viernes, 8 de septiembre de 2017

¿Y ahora qué? Una breve reflexión sobre el presente de los Red Sox.

La inconsistencia está siendo el denominador común en el 2017 de los Red Sox. Un día te encuentras con un equipo brillante y teñido de épica y al siguiente una panda de amigos que son incapaces de anotar una sola carrera. Solo el bajo nivel de la división va a permitir que Boston juegue en octubre.

Aunque parezca mentira la producción ofensiva está siendo el gran debe. No hay poder en el lineup. Ortiz se llevo todos los homers con él. Pensábamos que le habría dejado alguno a Hanley, pero no. El dominicano, que este año debía concentrar todos sus esfuerzos en batear, está siendo una decepción. Ha impulsado 54 carreras, una cifra ridícula para un bateador designado.

Es cierto que se puede calentar en lo que queda de año. Tiene la calidad para entrar en los playoffs y convertirse en Mr. Octubre, entonces Boston saldría campeón. Pero nos conformamos con que mejore algo sus números ante zurdos.

De Bogaerts no sabemos ya que pensar. El mismo ha reconocido que espera que la clasificación se cierre cuanto antes para tener unos días de descanso antes de la postemporada. Empezó el año bateando con muy buen promedio, pero sin poder debido a una lesión en el brazo. En mayo estuvo espectacular pero recibió un bolazo en la mano y su swing se volvió a ver afectado. Ha sido uno de los peores bateadores de las Mayores en la segunda parte de la temporada.

Betts tampoco está fino. Los expertos dicen que su manera de gobernar la zona de strike está siendo distinta a la del 2016. Es cierto que sigue siendo un bateador que se poncha muy poco y ha conseguido subir cuatro puntos su porcentaje de bases de bolas, pero su promedio y su poder están decepcionando. Su capacidad de poner la bola en juego y su velocidad están siendo su salvación. Pese al mal año va a acabar en torno a la 100 impulsadas y 100 anotadas. Al igual que Hanley puede calentarse en cualquier momento y ayudar a que los Red Sox lleguen más lejos de lo esperado en octubre.

Lo más preocupante es lo de Pedroia. Las lesiones lo están limitando mucho y  no tiene hueco en el lineup. Tanto Nuñez como Devers son más importantes que él a día de hoy y deben ser titulares en lo que queda de 2017.


Los cuatro bates principales de Boston están rindiendo muy por debajo de lo esperado y aún así los de Farrell se van a clasificar para playoffs. Las postemporada es una muestra muy pequeña de partidos y si dos de estos cuatro hacen click cualquier cosa puede pasar.

A pesar de ser inconsistentes los Red Sox han demostrados ser resilentes. Se han desenvuelto muy bien en partidos apretados y en entradas extras. Son un equipo difícil de ganar y eso en playoffs es muy importante.

Este éxito se de debe en gran medida al pitcheo. El ERA de Boston es de 3.76 (4º MLB) y su WAR de 21.6 (2º de la MLB). Hace un par de meses parecía que la rotación eran Sale y cuatro amigos suyos, pero desde agosto estamos viendo a Pomeranz y Fister a un gran nivel. El primero acumula un ERA de 2.98 en la segunda mitad de la temporada mientras que Fister se va al 2.88 en las aperturas que lleva realizadas desde el 1 de agosto.

El bullpen también está respondiendo a gran nivel, las trece entradas sin carreras lanzadas hace dos días ante los Blue Jays son buena prueba de ello. Con un ERA de 3.24 el de los Red Sox es el tercer mejor bullpen de las Mayores.

Kimbrel es la joya de la corona, pero no está solo. Joe Kelly parece haber encontrado su sitio como relevista. Está siendo muy efectivo ante bates diestros e induce muchas ground balls. Matts Barnes, a pesar de tener problemas cuando no pitchea en Fenway, ha demostrado ser capaz de producir muchos strikes. Reed no empezó muy bien pero ha ido mejorando y debe ser una pieza importante. Lo mismo que un Carson Smith que parece recuperado de su lesión.

Salvo milagro Price no va a realizar más aperturas en lo que queda de año. Lo lógico es usarlo como relevista. Tanto él como Workman pueden ser dos pitchers capaces de lanzar dos o más innings si fuera necesario.

Además de al pitcheo esa resilencia y capacidad de sacar adelante partidos apretados se debe a la forma en la que Boston está corriendo las bases. No obstante ya hay quien ha comparado a este equipo con los Royals del 2014 y el 2015. Las incorporaciones de Nuñez y Davis no hacen sino incidir en esa idea de correr y lo cierto es que los resultados están siendo mejores cuando se pone presión en las bases.

Un asunto de vital importancia en el mes escaso que queda es recuperar a Sale. El zurdo ha visto en cada una de sus temporadas anteriores como sus números empeoraban notablemente en septiembre. El 2017 no parece que vaya a ser una excepción y además deberá lanzar en octubre, algo que no ha hecho nunca. Rotación de seis hombres desde ahora.

Resumiendo. Los Red Sox van a jugar en octubre, pero las opciones de hacer algo son pequeñas. Todo pasa por que los bates resuciten o el pitcheo tenga una actuación que quede para la historia.



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