viernes, 12 de mayo de 2017

Serie 11 at Brewers.

9 mayo at Brewers. L 7-11.
10 mayo at Brewers. L 4-7.
11 mayo at Brewers. W 1-4.

El tiempo pone a todo el mundo en su sitio. En el béisbol tanto o más que en otros aspectos de la vida. Después de un abril decepcionante el ataque de los Red Sox está empezando a funcionar. Es cierto que no va a ser la máquina anotadora del 2016, pero si una ofensiva muy apañada. Bogaerts, Betts y Benintendi ya están por encima del .300 en bateo y cerca del .400 de embasado.

El tiempo ha hecho que se apaguen las alarmas sobre la capacidad de generar carreras, pero ha encendido otras. La parte baja de la rotación va a hacer sufrir mucho al equipo. Pomeranz va muy justito, verle llegar a la sexta entrada en una apertura es un milagro y además concede homers con una facilidad alarmante. De lo de Kendrick mejor ni hablar. Que esté en la rotación no solo es un problema a día de hoy, sino que no dice nada bueno sobre la confianza de la organización en jóvenes como Henry Owens o Brian Johnson.

Bogaers consuela a Pomeranz. La duda es quién nos consolará a nosotros.
A cambio hay que decir que los primeros tres abridores del equipo están más que establecidos. De Sale y Porcello no hay que decir nada, todo se sabe, pero Rodriguez está cada vez más asentado. En el último partido de la serie mezcló bien su fastball y su chageup y controló perfectamente sus lanzamientos para lograr no dar una base por bolas por primera vez en la temporada.

A pesar de la mejoría que está manifestando el ataque quedan motivos para la preocupación. En el partido de ayer hubo una jugada que demuestra que o bien la comunicación no es buena o que los Red Sox aún no saben muy bien a que juegan en ataque (o las dos cosas). Pedroia estaba en tercera, Bogaerts en primera, ningún out y el partido empatado en la octava. Bogaerts corrió para robar la segunda, el catcher de los Brewers lanzó a segunda y ahí terminó todo. Bogaerts consiguió robar la base, pero no importa. El verdadero objetivo de esta jugada era que Pedroia aprovechara el lanzamiento del catcher a segunda para avanzar al home y anotar. No es una jugada sencilla, pero Pedroia la ejecutó con una torpeza y una desidia exagerada.

Boston está atravesando ahora una fase asequible del calendario. Después de Twins y Brewers le toca enfrentarse a Rays, Cardinals, A's, Rangers, Mariners y White Sox. Son un total de 24 partidos donde se debería salir del sopor del .500 de victorias. De momento no parece que se vaya a producir, seis partidos y balance de 3-3. 

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