Prospects: Sam Travis aka 'Mr. Intesity'.

"No tengo videojuegos", afirmó Sam Travis el pasado enero. "Todo lo que hacía era levantarme temprano, ir a rehabilitación y volver a casa para ver MLB.TV durante todo el día". Así es como el primera base pasó su calvario particular: una lesión en el ligamento cruzado anterior de su pierna izquierda que lo tuvo alejado de los diamantes durante el 2016.

La afirmación anterior lo dice todo sobre Sam Travis. Respira béisbol. Es un auténtico enfermo al que en palabras de su entrenador universitario en Indiana no le preocupa el dinero ni el coche que conduce. Lo único que le preocupa es jugar.

Durante el Spring Training del 2016 empezaba todas las sesiones de entrenamiento con una rutina que dejó boquiabierto hasta a un perro viejo como Brian Butterfield. El infield coach de los Red Sox ayudaba cada mañana a que el chico atrapará 400 bolas rodadas. Una vez hacía esto podía unirse a sus compañeros.

Es un jugador que suple los talentos naturales que no posee con una ética de trabajo y una disciplina fuera de lo normal. De ahí viene su mote: 'Mr. Intesity'.

A pesar de estar obsesionado con el béisbol profesional desde muy joven Travis rechazó en 2011 una oferta de los Reds y se decantó por el deporte universitario. Se trasladó desde New Lenox, Illinois a la universidad de Indiana Bloomington y allí demostró que había tomado la decisión correcta. En tres años con los Hoosiers destacó como un gran bateador de contacto con cierto poder y mucha habilidad para lograr bases pos bolas.

En 2013 su equipo consiguió hacerse con el título de la SEC y el propio Travis se llevó el premio de MVP de la competición. La otra gran figura de aquel equipo era Kyle Schwarber, que ya apuntaba maneras y atraía toda la atención de los scouts. La dupla que formaron fue temible y su entrenador se refería a ellos como los 'Bash Brothers' (en alusión a la dupla formada por McGwire y Canseco en los A's).

Portada de Baseball America con Schwarber y Travis.

En 2014 los Red Sox lo draftearon en segunda ronda. Cuando el ojeador Blair Henry vio que el chico aún no había sido elegido cuando le llegó el turno a Boston se volvió completamente loco. "Si lo eliges a él nunca más te volveré a pedir nada", le dijo a Amiel Sawdaye, director de scouting de la franquicia de Massachusetts. Sawdaye hizo caso de su ojeador y parece que fue una decisión acertada.

Travis avanzó por las Menores a toda velocidad. Todos los niveles se le quedaban pequeños. A finales de 2015 ya estaba en doble A y en marzo de 2016 ya estaba haciendo el Spring Training con los Red Sox. Hubo quien dejó caer que debería ser el titular en lugar de un Hanley que por aquellos momentos era una auténtica interrogante. Afortunadamente para Farrell la ya mencionada lesión solucionó el debate y Travis se perdió buena parte de la temporada.

Estadísticas de Travis en las Menores extraídas de FanGraphs.

En su salto de la universidad al profesionalismo se ha visto cierta perdida de poder en su swing, pero no es algo que preocupe demasiado. A cambio se ha convertido en un excelente bateador de contacto que es capaz de pegar rectas a cualquier lugar del campo. "Le pega a la bola tan fuerte como cualquiera", dice Ben Crockett, director de Desarrollo de Jugadores de los Red Sox. "Ahora tienen un line drive swing. Creo que la habilidad para colocar la bola en los espacios vacíos de cualquier parte del campo es una de sus grandes fortalezas. Volverá a mejorar su poder, ya sea con homers o quizás con dobles y triples ya que es bueno corriendo bases".

Su debut en las Mayores este 2017 parece evidente. Sus buenos números antes pitchers zurdos lo hacen un candidato ideal para forma platoon con Moreland, que sufre ante los 'southpaw', en la primera base.