jueves, 28 de septiembre de 2017

Series 41 at Reds y 42 vs Blue Jays. Suspense hasta el final.

22 septiembre at Reds. W 5-4.
23 septiembre at Reds. W 5-0.
24 septiembre at Reds. W 5-4.
25 septiembre vs Blue Jays. L 4-6.
26 septiembre vs Blue Jays. L 9-4.
27 septiembre vs Blue Jays. W 10-7.

La barrida contra los Reds nos hacía flotar.  Ponía el broche de oro a un récord de 8-1 en tres series consecutivas lejos de Fenway y cerraba prácticamente la división.

Pero no fue fácil. El primer y el tercer partido estuvieron marcados por dos nuevas remontadas de los Red Sox. En ambos choques Boston se vio con un 1-4 en contra y en ambos supo como remontar. En uno con un triple homer de Devers y en otro con un Betts descomunal que en apenas cinco minutos demostró que puede hacer de todo.

Con las bases llenas pegó un doble que impulsaba tres carreras y empataba el partido. Después aprovechó un single de Devers para llegar a tercera y en vez de frenar, como indicaba la lógica, sacó ventaja de un pequeño momento de duda de los Reds y se abalanzó sobre el home para poner el 5-4 definitivo en el marcador.


En el segundo de los juegos el héroe fue Eduardo Rodríguez. Lanzó 7.2 entradas en las que únicamente cedió tres hits y no permitió ni una sola anotación. Su buen rendimiento durante las últimas tres semanas hace que se postule como el tercer abridor de cara de a la postemporada. En las cinco aperturas que ha realizado desde el 31 de agosto promedia un ERA de 2.97 y un K/9 de 10.1 que le está ayudando a lidiar con sus problemas de control.

La vuelta a Fenway no sentó bien a los Red Sox. El equipo llegó especialmente relajado y las bajas de Betts y Nuñez, que pueden marcar el papel del equipo en octubre, no ayudaron a que las cosas salieran bien. Además Donaldson estuvo intratable. El tercera base lideró la victoria de los canadienses en los dos primeros juegos y terminó por enterrar las aspiraciones de Sale al Cy Young.

Anoche se evitó una barrida que hubiera sido fatal. Porcello estuvo mal en el pitcheo, pero la ofensiva acudió al rescate. Bogaerts, con un homer y cuatro impulsadas, fue un invitado inesperado que redujo a dos el número mágico de los Red Sox para hacerse con la división. Con ganar uno a los Astros en la última serie y que los Yankees pierdan uno esta hecho.


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