viernes, 25 de marzo de 2016

ELEVADO A LOS JARDINES IV: Va a haber lágrimas en la Liga Nacional.

  A estas alturas nadie duda de mi absoluta devoción por los Medias Rojas. Todo el mundo sabe que soy un fiel y buen patriota de la Red Sox Nation, pero parece que hay vida más allá de Fenway. Para hablar de ello nace Elevado a los jardines.


Cuando estemos a finales de septiembre y los puestos para jugar playoffs se cierren nos vamos a encontrar con tres equipos de la Liga Nacional que van a llorar. Y mucho. ¿Por qué? Muy simple. No podrán luchar por las Series Mundiales.

Vaya gilipolleces y perogruladas dice este tío, pensaréis algunos. Todos los años y en todos los deportes hay equipos que no juegan playoffs. Ergo todos los años y en muchos lugares distintos hay lágrimas y este artículo es una pérdida de tiempo. Pepe Latorre puedes irte a zurrir mierdas con un látigo.

Pero debo apuntaros que la Liga Nacional de la MLB presenta una "pequeña" particularidad este 2016. En ella hay ocho equipos que no aspiran simplemente a jugar en octubre, sino que ven las Series Mundiales como su principal objetivo. El problema llegados a este punto no es que solo uno puede ser el campeón, sino que únicamente cinco (con dos de ellos enfrentándose en la lotería de la wildcard) se clasifican para disputar los playoffs por el título. 

Mets, Nationals, Cubs, Pirates, Cardinals, Dodgers, Giants y Dbacks. Ocho equipos y cinco puestos.

Los Mets llegaron a las Series Mundiales el año pasado. Tienen la mejor rotación de las Mayores y han hecho un esfuerzo económico importante para hacerse con un pegador como Cespedes. ¿Repetimos? 

En Washington se ven con opciones. No solo cuentan en su roster con el MVP de la competición, sino que dos de sus pitchers están entre la flor y la nata del montículo. Además en una división tan floja parece difícil no lograr, como poco, uno de los puestos de wildcard.

¿Qué decir de los Cubs? Tienen a las estrellas del futuro y del presente, al Cy Young, al mejor entrenador, al General Manager más brillante y durante el invierno le han birlado dos piezas importantísimas a uno de sus rivales directos. Ahora o nunca.

Los Pirates llevan unos años de éxitos gracias al buen trabajo de sus técnicos. Sin hacer mucho ruido y puliendo a jugadores que no apuntaban tan alto en Pittsburgh se han abonado a jugar en octubre. Lo han hecho en los tres cursos pasados, en los que no han bajado nunca de las 88 victorias en temporada regular.

86, 91, 86, 90, 88, 97, 90 y 100. El número de partidos ganados por los Cardinals en cada uno de los años que van del 2008 al 2015. Lo que hemos dicho de los Pirates pero elevado al cuadrado. Un modelo de gestión deportiva. 

Los Dodgers son lo contrario a la franquicia de St. Luis. Su gestión deportiva es lamentable, pero todo se soluciona a golpe de talonario. Llevan tres años jugando post temporada, pero ser el presupuesto más elevado de la MLB hace que se les exija algo más. 

En San Francisco han encontrado la receta del éxito. La dupla Posey-MadBum dirigida por Bruce Bochy se ha llevado tres World Series en los últimos seis años. Después del "fracaso" del 2015 se ha reforzado la rotación con dos fichajes de relumbrón como Cueto y Samardzija. En la bahía no se contentan con los éxitos de los Warriors.

Los Dbacks llevan años siendo los hermanos pequeños de la NL Oeste. Ganaron el Clásico de Otoño en 2001, cierto, pero eso ya queda muy lejos. Tienen a Goldschmidt y a Pollock, dos de los mejores bates del mundo, pero eso no es suficiente. ¿Cómo solucionarlo? Pues tirando la casa (y la granja) por la ventana para hacerse con Greinke y Miller. Esa inversión para volver a quedar terceros de división sería un chasco.

Mucho gallo para un gallinero tan pequeño. Tres se meterán en octubre, dos jugaran el partido de wildcard y los otros tres lloraran.

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