jueves, 5 de mayo de 2016

ELEVADO A LOS JARDINES IX: ¿Deben los Blue Jays pensar ya en la reconstrucción?

A estas alturas nadie duda de mi absoluta devoción por los Medias Rojas. Todo el mundo sabe que soy un fiel y buen patriota de la Red Sox Nation, pero parece que hay vida más allá de Fenway. Para hablar de ello nace Elevado a los jardines.

Alex Anthopoulos, el hombre que hizo posible que los Blue Jays jugaran en octubre por primera vez desde 1993, no renovaba su contrato de cara al 2016. Parece que hubo una serie de encontronazos entre el ya ex GM y la franquicia canadiense. Ninguna de las dos partes ha hablado claramente del tema, pero se rumorea que la agresividad de Anthopoulos a la hora de fichar estrellas (con sus contratos bajo el brazo) y soltar talento joven no gustaba a ciertos dirigentes.

El elegido para sustituirle fue Mark Saphiro. Vinculado a los Indians desde 1991 y cuya carrera se ha caracterizado por conseguir buenos resultados en un mercado mediano como Cleveland. Su contratación refuerza la teoría de una posible discusión entre Anthopoulos y los dueños por el rumbo que debía llevar la franquicia.

Saphiro es el nuevo hombre fuerte de los Blue Jays.

Durante esta off-season Saphiro se ha dedicado a poner parches. Ha confiado en que los bates vuelvan a repetir lo del año pasado y ha tapado como buenamente ha podido las dudas que ofrecía el pitcheo. Mantener a Price era un imposible, así que se ha limitado a renovar a Estrada, a conseguir a Happ vía agencia libre y a intercambiar por un relevista con experiencia como Storen. Además de las incorporaciones de otros brazos de menor importancia.

Los bates de Toronto fueron una de las cosas más maravillosas del 2015. Entre julio y octubre arrasaron con todo lo que se encontraron, pero parecía difícil que lo volvieran a repetir. Un mes de competición está bastando para comprobarlo. Donaldson, Bautista y Encarnación son los únicos que han conseguido acercarse al nivel del 2015. Tulowitzki no termina de acoplarse y lleva un promedio de .216 desde su llegada a Canada. Martin y Colabello, dos piezas fundamentales la campaña pasada, están brillando por su ausencia y por su suspensión por dopaje respectivamente. Además el equipo está echando de menos a Ben Revere en el papel de bate abridor.

Bautista, Encarnación y Donaldson.

En 2015 la ofensiva anotó 5.50 carreras por partido (líder de la competición), conectó 232 cuadrangulares (también primeros de la liga) y bateó con un promedio de .269 (segundos en este apartado solo por detrás de los Tigers). El principal problema de los canadienses en este inicio de temporada está siendo la que debería haber sido su mejor arma. Su línea de bateo es de .230/.314/.391 y están anotando una media de 3.90 carreras por juego. Muy por debajo de lo esperado.

El pitcheo levanta ciertas suspicacias. Nadie duda de la calidad de Stroman y Sánchez, pero su corta experiencia en las Mayores puede ser un hándicap importante. El rol de abridores principales les puede quedar muy grande a medida que sus brazos acumulen lanzamientos. La rotación la completan Dickey, Happ y Estrada. El primero está muy lejos de su mejor nivel mientras que resulta difícil pensar en que Happ o Estrada repitan sus buenas actuaciones del 2015. Entre los tres suman más de un siglo.

En Toronto deben empezar a tomar decisiones importantes. Bautista ya ha dicho que solo renovará si se le ofrecen unos 150M de dólares por cinco años. A esto hay que añadir otras piezas importantes que también saldrán a la agencia libre este invierno. Entre ellas están Encarnación, Cecil, Storen, Dickey, Smoak o Saunders.

Si durante el próximo mes las cosas no van bien lo mejor que puede hacer Saphiro es buscar la salida de estos jugadores con la esperanza de recibir piezas útiles (y a poder ser baratas) a cambio. Bautista, Encarnación e incluso Smoak pueden interesar a muchos equipos con aspiraciones a jugar en octubre. Pensemos en Mets, Indians o los sorprendentes White Sox, conjuntos con gran pitcheo pero problemas para anotar. Por otro lado Storen y Cecil son brazos que sin duda mejoraran cualquier bullpen.

Tulo y Donaldson van a estar bajo el control de la franquicia por varios años mientras que jóvenes como Stroman, Sánchez o Osuna solo van a mejorar. Si se añaden las piezas correctas (y se busca un equipo más equilibrado) la reconstrucción puede ser muy rápida. Este equipo puede estar de nuevo luchando por hacer grandes cosas en apenas dos temporadas.

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