jueves, 30 de junio de 2016

Serie 25 @ Rays.

Lunes 27 junio. Red Sox 7-13 Rays.

Los Rays llegaron a este partido inmersos en una racha de once derrotas consecutivas. ¡Y quién mejor que los Red Sox para ponerle fin! Con la sintonía de Benny Hill como banda sonora Boston volvió a completar un partido de los que te deja con cara de no entender nada. Es complicado que después de permitir dieciocho imparables y encajar trece carreras (contra uno de los peores ataques de la competición) se hable de algo distinto que el pitcheo. Farrell lo consiguió.

Rodriguez estuvo horrible en su apertura. En menos de tres entradas había encajado nueve carreras y la obligación del entrenador era sustituirlo. No niego que sea complicado gestionar seis entradas sin quemar a los relevistas, pero lo que hizo Farrell no tiene nombre. En un partido que estaba claramente perdido decidió meter a los principales brazos del bullpen en vez de optar por los menos habituales. La sexta, la séptima y la octava fueron para Tazawa, Koji y Kimbrel. Incomprensible.

Farrell está cada vez más cuestionado.

Martes 28 junio. Red Sox 8-2 Rays.

Porcello fue el bálsamo que necesitaban los Red Sox. El abridor está muy lejos de ser un ace, su nombre nunca sonará para el Cy Young y quizás, con suerte, alguna vez disputa un All-Star. Pero está demostrando una regularidad espectacular. Nadie le pide a un pitcher que lancé una blanqueada con más de diez de strikes cada vez que sube a la lomita, simplemente se pide cierto equilibrio. Si generas incertidumbre y obligas a la ofensiva a conseguir hits en cada at bat por lo que pueda pasar los bates se agarrotan y el naufragio es seguro.

Shaw tardó poco en anunciar que iba a ser la estrella del partido. El 3B está (o estaba) pasando por una crisis que empieza (o empezaba) a parecer demasiado larga, pero en este choque espantó a todos sus fantasmas. En la segunda pegaba un cuadrangular (no lograba uno desde el 28 de mayo) que daba la primera ventaja del encuentro a los Red Sox. Posteriormente logró dos hits más y se fue del partido con cinco impulsadas. Es la tercera tarde del 2016 en la que Shaw se va con cinco remolcadas a casa. En los dos últimos años solo él y un tal Mike Trout han logrado tres partidos con cinco RBI en una misma temporada.

Shaw celebra con Ortiz.
Boston conseguía ampliar su ventaja con un doble de Ortiz en la tercera, pero justo después Porcello dio a los Rays una oportunidad de oro. En la parte alta de la cuarta el pitcher tuvo serios problemas para localizar sus lanzamientos. Repartió tres boletos y tuvo las bases cargadas con ningún out. Con la misma rapidez con la que se metió en este lío salió de él y anuló cualquier opción de remontada por parte de los locales. Como ya hemos dicho Shaw se encargó de convertir en carreras los hits de la parte alta del lineup y las bases por bolas que Archer y sus relevistas concedieron (seis en total). Una victoria "cómoda".

Miércoles 29 junio. Red Sox 0-4 Rays.

Por segunda vez en lo que va de temporada los Rays blanquearon al mejor ataque de las Mayores. Por cuarta vez en seis partidos los Red Sox perdieron con el peor equipo de su división, algo que ayuda a entender el récord de 16-19 que Boston tiene en la AL Este.

Los partidos de los Red Sox empiezan siempre con una incógnita: ¿cómo estará hoy el pitcheo abridor? Price na tardó demasiado en contestar a la pregunta. El zurdo estuvo mal. Su mecánica de lanzamiento cambia de un pitch a otro y da muestras de estar incómodo en el montículo. Ha dicho por activa y por pasiva que no está lesionado, pero debe de arrastrar algún tipo de molestias, solo de esta forma se explica tanta variación postural a la hora de ejecutar sus lanzamientos.

En la segunda entrada concedía un home run a Brandon Guyer que no auguraba nada bueno. En la tercera Tampa volvía a hacer daño con una serie de hits consecutivos que ponían el 0-4 en el marcador. Price permitió nueve hits en 6.1 entradas y lo único "salvable" de la tarde fueron los diez strikes que consiguió. Aunque si profundizamos un poco vemos que los Rays son el segundo equipo de la MLB que más se poncha y que la mayoría de las K's se lograron contra bateadores que no pasan del .200.

En ataque Boston volvió a estar muy errático. Moore no tuvo grandes complicaciones y se plantó en la sexta entrada con un no-hitter. En este momento los bates de los Red Sox asustaron un poco, se consiguieron cargar las bases pero ni Ortiz ni Hanley, obsesionados con el grand slam, acertaron a impulsar una sola carrera. Una nueva serie perdida con la que se cierra un mes de junio lamentable. Balance de 10-16.

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