lunes, 11 de julio de 2016

Serie 28 vs Rays.

Viernes 8 julio. Rays 5-6 Red Sox.

Para Archer medirse con los Red Sox se está convirtiendo en sinónimo de derrota. Desde su estreno en las Mayores en 2012 el pitcher se ha enfrentado un total de once veces a Boston. Acumula seis partidos perdidos y una única victoria, en el año de su debut. Esta temporada su balance es de 0-3.

La primera entrada del lanzador de Tampa ya ponía las cosas muy cuesta arriba para los suyos. Dos walks y dos singles dejaban que los Red Sox tomaran una ventaja de dos carreras. Es indudable que los Rays están teniendo una temporada mucho peor de lo esperado, pero contra Boston su rendimiento no estaba siendo malo. A pesar de esta desventaja inicial los de Florida no perdieron la cara al partido y un homer de Forsythe devolvía las tablas al marcador.

Los malos números de Archer frente a la franquicia de Massachusetts podrían reducirse a sus enfrentamientos con Ortiz. La línea de bateo de Big Papi frente al ace de los Rays es: .382/.447/.765. En esta ocasión el dominicano deshizo el empate con un cuadrangular. Por segunda vez se ponían los Red Sox por delante en el marcador y por segunda vez se dejaban empatar.

Cuando todo eran dudas el chico nuevo de la clase apareció para resolver el entuerto. Aaron Hill ha sido el primer refuerzo que Dombrowski se ha traído para Nueva Inglaterra este verano. No es ninguna estrella pero en su primer partido demostró que puede ser muy útil. Es un infielder veterano con un bate aseado que brilla especialmente contra zurdos. Se estrenó con dos hits y dos impulsadas.

Con Kimbrel lesionado para el próximo mes Koji volverá a ejercer como closer. En este primera oportunidad se agenció el safe, pero con suspense. Cuando el japonés subió a la loma los suyos ganaban 4-6. Un home run de Longoria hacía que todo se apretara (incluidos esfínteres) pero finalmente la sangre no llegó al río. Una victoria por los pelos, pero victoria.

Sábado 9 julio. Rays 1-4 Red Sox.

Si hace un año nos hubieran dicho que las tardes en la que Porcello abriera un partido serían tranquilas nos hubiéramos echado a reír. Lo cierto es que el pitcher está demostrando una gran regularidad y se ha ganado la confianza total de sus compañeros. No es un lanzador de los que te entran por los ojos, no es una máquina de conseguir K's. Pero conoce bien a sus rivales y les da pitchs que no les resultan cómodos. Además está demostrando un gran control, su tasa de BB/9 está entre las diez más bajas de la MLB.

Su único problema sigue siendo la tendencia a conceder cuadrangulares. En este partido le pegaron uno en la primera entrada, pero los siete episodios que acabó lanzando sin conceder una sola carrera más excusaron este lapsus inicial. Mantuvo la bola en la parte baja de la zona de strike y trabajó bien para que los bates tuvieran el partido a tiro.

En la cuarta la ofensiva de Boston apareció para dar el primer mordisco. Después de que Moore le diera una base por bolas a Pedroia Bogaerts la mandaba a lo alto del monstruo verde. Décimo home run para el arubeño.

En el siguiente capítulo los Rays cavaban su propia tumba. Varias malas decisiones de fildeo, con error de Souza incluido, permitían dos nuevas carreras y le ponían la victoria en bandeja a los Red Sox. Por primera vez desde el 31 de mayo Boston vuelve a encadenar tres victorias consecutivas.

Domingo 10 julio. Rays 0-4 Red Sox.

Boston cerró la primera parte de la temporada de la mejor manera posible. Con una barrida y encadenando cuatro victorias consecutivas que le hacen conservar el segundo puesto de la división.

A pesar de ciertos problemas en las primeras entradas Price tuvo su mejor apertura con los Red Sox. Después de conceder cuatro hits en los tres primeros episodios el zurdo se mostró imbateable y por tercer partido consecutivo se fue a los diez ponches.
El abridor fue respaldado por la ofensiva desde muy pronto. En el capítulo inicial Boston anotaba hasta tres carreras. Dos de ellas fueron cortesía de David Ortiz, quien en el año de su adiós está firmando su mejor temporada en las Mayores. En la segunda entrada los Red Sox anotaban la cuarta y definitiva carrera del partido. Después de un hit de Mookie, que se fue con tres imparables y con un promedio que ya supera el .300, Sandy León llegaba al home.

Buen sabor de boca antes del parón del All-Star. Ahora a descansar unos días y a recuperar fuerzas. La lucha contra Orioles y Blue Jays por el liderato de la AL Este va a ser muy dura. La buena noticia para Boston es que ya ha jugado mucho contra Baltimore y Toronto. En la segunda parte del año solo le esperan nueve partidos contra los de Maryland y seis ante los canadienses. Por otro lado los Red Sox deben aprovechar los veinte tres partidos en que se medirán a Yankees y Rays, los dos equipos flojos de la división.

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