La lógica nos empuja a pensar que lo que necesita Boston son abridores. Más allá de Wright, Porcello y Price el panorama es desolador. La parte baja de la rotación está siendo una auténtica pesadilla. Así mismo parece que hay cierto consenso en creer que los Red Sox no deben buscar pitchers aseados que den profundidad a la rotación, se necesitan estrellas. Es cierto que Wright, Porcello y Price están cumpliendo, pero lo de Wright parece una casualidad que cualquier día terminará, Porcello no deja de ser un número tres y Price no está siendo el super ace que se esperaba.
Se necesitan dos brazos de los gordos. Dos jugadores de calidad y regularidad probada cuyo impacto se haga notar desde el primer momento. El problema es que hay muy pocos en el mercado (prácticamente ninguno) y van a costar mucho. Ya sea por los contratos que traigan bajo el brazo (caso de Greinke) o por el paquete de prospects que haya que dar a cambio.
La solución que algunos portales como Fangraphs o Baseball Prospectus vienen dando últimamente es que los Red Sox deben olvidarse de buscar abridores y meter todavía mas bates en un lineup que ya es el más demoledor de las Grandes Ligas. Aquí gana el que más carreras anota, no el que tiene un ERA más bajo.
Mientras que la nómina de abridores "estrella" en el mercado es prácticamente nula la de bateadores es bastante más sustanciosa. Los dos principales huecos que ha presentado el lineup de los Red Sox, en cuanto a producción ofensiva se refiere, son el jardín izquierdo y la receptoría.
Las opciones para el outfield son enormes. Carlos Gonzalez y Jay Bruce parecen las perfectas. Sus contratos terminan en 2017 y no le cortarían el paso a Benintendi, una de las joyas de la granja que se espera que este listo para jugar a la sombra del mosntruo verde en 2018. Si no se puede concretar a ninguno de estos dos se podría intentar ir a por Ryan Braun. Su salida de los Brewers no parece complicada, el problema es un contrato largo (y elevado) que si frenaría la progresión del prospect.
La ventaja de ir a por Braun es que se podría negociar al mismo tiempo por Lucroy. Es cierto que la de catcher es la posición que mejor cubierta tienen los Red Sox, pero traer a un tío que esta entre los tres o cuatro mejores del puesto sería un lujo que habría que aprovechar.
¡Más madera! ¡Es la guerra! Esto es lo que gritaban los hermanos Marx en una de sus escenas más celebradas. Quizás es el grito que también debe emplear Dombrowski cuando vaya a la agencia libre.
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Los hermanos Marx con Lou Gehring. |
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