lunes, 29 de agosto de 2016

Los Royals no perdonan los fallos de los Red Sox.

Si algo ha caracterizado a los Royals en estos tres últimos años es que penalizan los errores y las dudas de los rivales de una forma extraordinaria. No tienen un gran ataque, su lineup no resulta especialmente terrorífico si se miran los nombres uno por uno, pero siempre acaban produciendo algo. El pitcheo solo tiene que aguantar el marcador y los bates, cuando huelan la sangre, atacarán.

A veces lo harán buscando el primer pitch del lanzador como si fuera el último, otras con una paciencia milimétrica que les permita conseguir una base por bolas. Son un equipo que rara vez permite un inning limpio a las defensas porque les guía un principio tan sencillo como cierto: si colocas a alguien en bases las posibilidades de que pasen cosas se multiplican. Si además ese alguien esta cerca del home todavía pueden pasar más cosas.

Los de Kansas se han llevado dos de los tres partidos frente a los Red Sox en dos entradas. Un mal primer inning de Wright en el juego inicial de la serie fue penalizado con cinco carreras de las que Boston no se pudo recuperar (el marcador final fue 6-3). En el tercer partido aprovecharon el sexto capítulo, cuando un Rodriguez cansado cedió su puesto a un bullpen lleno de dudas para anotar hasta ocho carreras.

Que los Royals salieran tan agresivos contra Wright no fue casualidad. El nudillero está firmando un gran año, su ERA de 3.18 y su presencia en el All Star lo demuestran, pero su talón de Aquiles están siendo los inicios de partido. En el primer capítulo está siendo especialmente vulnerable. Su ERA se eleva hasta el 5.48, cinco de los diez cuadrangulares que ha permitido han llegado en la entrada inaugural y el promedio con el que le batean pasa de un .228 a un .294. Ned Yost les debió decir a sus chicos que salieran enchufados y dispuestos a hacer daño. Eso hicieron.

Los Royals penalizaron las malas primeras entradas de Wright.
En el partido de ayer la victoria de Kansas llegó en la sexta entrada. Con los Red Sox ganando 2-4 Rodriguez empezó a dar señales de cansancio. Le costaba encontrar la zona de strike. Los bates de los Royals apostaron por la paciencia y consiguieron sacar ventaja. Hosmer lograba una base por bolas, Morales pegaba un doble con el conteo 3-1 a su favor y Perez conseguía otro boleto para cargar las bases. El partido terminaba para Rodriguez y el frágil bullpen de Boston tenía que salvar la situación.

El relevista elegido fue Barnes y el colapso fue total. La ofensiva de los Royals cambio de táctica. Olió las dudas del pitcher y decidió que lo ideal era ser agresivos. Los bates atacaron sistemáticamente los lanzamientos de Barnes y reventaron el partido. Escobar impulsó una carrera en el segundo pitch del relevista y Mondesi conectó un triple en el primer lanzamiento que recibió. Kansas había dado la vuelta al partido y la serie era suya.

Los Red Sox siguen combinando rachas impresionantes en las que parecen favoritos a todo con momentos de caraja en los que pierden tres o cuatro partidos seguidos. De ganar diez de doce hace una semana han pasado a perder cuatro de los últimos cinco. El liderato de la división parece que se resolverá en los duelos directos contra los Blue Jays (quedan seis), mientras que la wildcard parece asegurada salvo debacle monumental en septiembre.

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