domingo, 14 de agosto de 2016

Serie 36 vs Diamondbacks.

Viernes 12 agosto. D-backs 4-9 Red Sox.

Después de dos derrotas ante unos Yankees en teóricas horas bajas había que ganar a los Diamondbacks como fuera. Hanley Ramirez, que  estuvo a punto de lesionarse contra los del Bronx,  se encargó de dejar el partido resuelto desde bien pronto. El dominicano tuvo un arranque espídico y en la segunda entrada ya había impulsado seis carreras.

Hanley y Ortiz celebran un home run.
El principio del choque estuvo dominado por la imprecisiones que ambos equipos cometieron en el fildeo. Un resbalón de Bradley en los jardines permitió un triple de Segura, aunque el outfielder no tardo en redimirse. En la jugada siguiente atrapó un golpeo elevado y lanzó al home con precisión para eliminar al propio Segura antes de  que anotara. Aún así un doble cuadrangular de Weeks permitía a los de Arizona tomar la primera ventaja del partido.

La reacción de los Red Sox no se hizo esperar. Dos malas decisiones del infield de los D-Backs dejaba que Pedroia y Ortiz se embasaran. Con corredores en las almohadillas Hanley no perdonó. Una bola rápida espantosa de Corbin acabó en lo alto del Monstruo Verde. La mala defensa de Arizona aún permitió a Boston anotar una carrera más en la primera entrada.

En el siguiente episodio se repitió la película. Una serie de hits permitieron a los Red Sox anotar de nuevo una carrera y cuando Hanley llegó al cajón por segunda vez se volvió a encontrar con dos corredores en bases y una calamitosa bola rápida que está vez acabó en los bleachers.

Price supo administrar bien el 2-8. Aguantó hasta el octavo inning y con la ayuda de toda la defensa mantuvo a raya a los bateadores rivales. Concedió una carrera más que llegó en la quinta con un cuadrangular de Gosewisch. Ortiz contestó con otro para seguir redondeando un año de despedida que ni los más optimistas imaginaban.

Sábado 13 agosto. D-backs 3-6 Red Sox.

Ciertos problemas físicos de Wright obligaron a que Buchholz abriera un juego después de más de un mes en el bullpen por su horrible desempeño como abridor. Podríamos decir que había una calma tensa al respecto. Con la rotación de Boston consolidada la visión de Buchholz en la lomita traía de vuelta fantasmas del pasado.

El pitcher estuvo bien en las primeras entradas. Sin ser nada espectacular pero forzando bolas rodadas que provocaron hasta dos double plays en los tres primeros episodios. En la cuarta, con Boston ganando 0-1, la cosa se empezó a torcer. Un sencillo, una base por bolas, una base robada y otro sencillo permitían a Arizona ponerse 2-1. En el siguiente capítulo las serpientes conseguían aumentar su ventaja hasta el 3-1.

Boston encontró respuesta en la parte baja del lineup, que sorprendió con un poder inesperado. Primero con  un homer de León por el Pesky's pole que inauguraba un rally de tres carreras en la quinta. Más tarde con cuadrangular de Holt que cerró la noche con tres anotadas y dos impulsadas.

La flaqueza de Buchholz obligó a tirar de un bullpen que no lo estaba haciendo bien últimamente. Esta vez los relevos si cumplieron, hasta que le llegó el turno a Barnes. El diestro tiene un brazo que lanza fuego, pero con evidentes problemas de colocación. En la parte alta de la octava cargó las bases con ningún out al dar tres bases por bolas consecutivas. Ziegler fue el encargado de solucionar el problema. El ex de Arizona ponchó de seguido, y con solo diez lanzamientos, a tres de sus anteriores compañeros para dejar el marcador como estaba. En la novena Kimbrel cerró y dejó la victoria en Fenway.

Domingo 14 agosto. D-backs 2-16 Red Sox.

El partido había terminado casi antes de empezar. En la mitad de la segunda entrada Greinke dejaba la lomita con la cabeza "gacha". El ataque de los Red Sox se había cebado con él a base de bien. En menos de dos entradas el ace había encajado nueve entradas. Una detrás de otra.

El marcador lo inauguró Mookie con un doble homer que se fue, literalmente, fuera del estadio. En la siguiente entrada el ataque de Boston no quitó el pie del acelerador. Varios hits elevaban la ventaja hasta un más que cómodo 0-4 que se convertía en un "sonrojante" 0-7 la segunda vez que Mookie pisaba el cajón. El jardinero la volvía a sacar y se apuntaba su vigésimo quinto bambinazo de la temporada. La humillación del que fuera candidato al Cy Young en 2015 y ganador en 2009 la culminaba Jackie Bradley con un nuevo cuadrangular de dos carreras.

Hanley felicita a Betts por uno de sus homers.
Lo que no pudo hacer un súper clase como Greinke tampoco lo pudieron hacer los relevistas. Los bates de Boston siguieron encendidos y las carreras siguieron cayendo. Un Betts absolutamente desatado aún tuvo tiempo de pegar un tercer home run y firmar su mejor partido como profesional: cuatro hits en seis at bats, cuatro anotadas y ocho impulsadas.

Tal orgia ofensiva deja en la sombra otra brillante apertura de Porcello. Concedió solo tres hits y una carrera en siete entradas y ya lleva dieciséis victorias (récord de la MLB junto a Haap) este 2016.

Después de seis series sin conocer la victoria los Red Sox volvieron a lo grande. Esperemos que sea para quedarse y veremos si estas buenas sensaciones tienen continuación en los tres partidos que vienen en los próximos días: uno aplazado frente a Indians y una mini serie ante los Orioles.

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