Lo de Cleveland solo era el aperitivo de una semana que puede ser crucial. Después de la visita a los Indians tocaba medirse con los Orioles, rival directo de la división, y luego viaje a Detroit para disputar cuatro juegos contra uno de los aspirantes a wildcard.
Martes 16 agosto. Red Sox 5-3 Orioles.
Tal y como están las cosas la primera plaza de la División Este de la Liga Americana se va a decidir por un margen ridículo. Eso hace que los enfrentamientos entre los tres principales candidatos a ocuparla tengan cierto regustillo a octubre, aunque aún queden seis semanas para llegar a la post temporada.
Los Red Sox están teniendo ciertos problemas para sacar buenos resultados dentro de su división. Antes de este partido su récord era un simplón 22-22. Si nos fijamos en los enfrentamientos contra los dos equipos fuertes, Blue Jays y Orioles, nos encontramos con un mal 10-13. A esto hay que añadirle que los Orioles son el mejor equipo de la Liga en casa, solo habían perdido dieciocho partidos en Camden Yards. Aún con todo en contra los de Massachusetts fueron capaces de llevarse la victoria.
Rodriguez empezó imperial. El venezolano secó a los bates de Baltimore en las primeras entradas. Sus bolas rápidas elevadas se alternaron perfectamente con sliders y changeups bajas que resultaban indescifrables para la ofensiva de Maryland. En el quinto episodio, con ningún hit y siete ponches, tuvo que dejar el montículo. Parece que notó ciertas molestias en la rodilla y Farrell, con buen criterio, no quiso arriesgar.
La buena apertura de Rodriguez fue aprovechada por sus compañeros. Antes de que el pitcher dejará paso a los relevistas Betts pegaba un triple homer que ponía a los Red Sox por delante. Un bullpen que está dejando muchas dudas en las últimas semanas desperdiciaba la ventaja. Barnes estuvo bien en los dos primeros innings que lanzó, pero se fue en el tercero después de haber dado un single y un walk. Abad no supo lidiar con la complicada situación y al final de la séptima el partido volvía a estar empatado.
Entonces volvió a aparecer Betts. El jardinero pegó su quinto cuadrangular en tres días y conseguía el triunfo para Boston. Ojo a la temporada de Mookie Betts. Podría acabar con un promedio superior al .300, más de 30 homers, más de 30 bases robadas, más de 100 impulsadas y más de 100 anotadas. Casi nada.
Miércoles 17 agosto. Red Sox 8-1 Orioles.
Solo la lluvia pudo frenar al ataque de Boston. Con una buena salida de Price y unos bates que siguen abonados a los home runs los Red Sox consiguieron una "mini" barrida en la, hasta el momento, serie más importante del año. El choque apenas duró seis entradas y media. Fue suspendido en el medio de la séptima por el aguacero que caía sobre Baltimore.
A pesar del solitario cuadrangular de Davis en el segundo capítulo Price volvió a mostrarse muy sólido. Solo cedió cuatro hits y aguantó las seis entradas que duró el juego. Las malas actuaciones de principio de temporada están lastrando mucho sus números. Lo cierto es que si solo contabilizamos las últimas diecinueve aperturas del zurdo nos encontramos con un muy satisfactorio ERA de 3.37.
En ataque los Red Sox no perdieron el tiempo, trece hits y ocho carreras en siete innings lo demuestra. Los grandes protagonistas ofensivos de la noche fueron Bradley y León. Cada uno de ellos logró un doble homer que demuestra lo largo que puede hacerse el lineup de Boston. Una novena en la que cualquiera puede meterte en problemas.
Después de esta importantísima victoria toca viaje a Detroit. Si los Red Sox siguen así pueden "asegurarse" un puesto de wildcard esta semana.
Rodriguez empezó imperial. El venezolano secó a los bates de Baltimore en las primeras entradas. Sus bolas rápidas elevadas se alternaron perfectamente con sliders y changeups bajas que resultaban indescifrables para la ofensiva de Maryland. En el quinto episodio, con ningún hit y siete ponches, tuvo que dejar el montículo. Parece que notó ciertas molestias en la rodilla y Farrell, con buen criterio, no quiso arriesgar.
La buena apertura de Rodriguez fue aprovechada por sus compañeros. Antes de que el pitcher dejará paso a los relevistas Betts pegaba un triple homer que ponía a los Red Sox por delante. Un bullpen que está dejando muchas dudas en las últimas semanas desperdiciaba la ventaja. Barnes estuvo bien en los dos primeros innings que lanzó, pero se fue en el tercero después de haber dado un single y un walk. Abad no supo lidiar con la complicada situación y al final de la séptima el partido volvía a estar empatado.
Entonces volvió a aparecer Betts. El jardinero pegó su quinto cuadrangular en tres días y conseguía el triunfo para Boston. Ojo a la temporada de Mookie Betts. Podría acabar con un promedio superior al .300, más de 30 homers, más de 30 bases robadas, más de 100 impulsadas y más de 100 anotadas. Casi nada.
Miércoles 17 agosto. Red Sox 8-1 Orioles.
Solo la lluvia pudo frenar al ataque de Boston. Con una buena salida de Price y unos bates que siguen abonados a los home runs los Red Sox consiguieron una "mini" barrida en la, hasta el momento, serie más importante del año. El choque apenas duró seis entradas y media. Fue suspendido en el medio de la séptima por el aguacero que caía sobre Baltimore.
A pesar del solitario cuadrangular de Davis en el segundo capítulo Price volvió a mostrarse muy sólido. Solo cedió cuatro hits y aguantó las seis entradas que duró el juego. Las malas actuaciones de principio de temporada están lastrando mucho sus números. Lo cierto es que si solo contabilizamos las últimas diecinueve aperturas del zurdo nos encontramos con un muy satisfactorio ERA de 3.37.
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Betts y León celebran una carrera. |
Después de esta importantísima victoria toca viaje a Detroit. Si los Red Sox siguen así pueden "asegurarse" un puesto de wildcard esta semana.
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