viernes, 5 de agosto de 2016

Series 33 @ Mariners.

Lunes 1 agosto. Red Sox 2-1 Mariners.

Los Red Sox siguieron abonados a la épica. Después de una victoria agónica frente a los Angels decidieron regalarnos otro "comeback" in extremis. En un duelo de pitchers poco esperado la pegada de los Red Sox fue determinante.

Rodriguez se parece cada vez al prospect que dejó tan buen sabor de boca la temporada pasada. Espoleado, quizás, por los rumores que lo incluían en el frustrado traspaso de Sale firmó su mejor actuación del 2016.  El venezolano se olvidó de su changeup, un lanzamiento que este año no le esta dando resultados, y se centró en lanzar bolas rápidas y sliders. En la cinco primeras entradas solo concedió un hit. En el sexto episodio, cuando su brazo ya rondaba los cien lanzamientos, Cano encontró la forma de conectarle un doble. Después Rodriguez le dio un boleto a Cruz y Lee consiguió otro doble que impulsaba la primera carrera del partido.

Los bates de Boston tuvieron muchos problemas para descifrar a Paxton. Ayudado por una bola rápida que se mueve en las 98 mph retiró a un bateador tras otro. En la parte alta de la octava la producción ofensiva de los Red Sox se reducía a dos singles y un doble. En ese momento Aaron Hill conectaba su primer "ding dong" como petirrojo para amargarle la noche al abridor de los Mariners.

Con el partido empatado y los abridores fuera todo quedaba en manos de los relevistas. Ross cumplió en la séptima y Tazawa, con más suspense de lo recomendable, consiguió evitar carreras en la octava. En la parte alta de la novena Seattle se la jugaba con su closer. En su segundo pitch de la noche Cishek dejaba que Betts la mandara a las gradas del Safeco Field. Por su parte Kimbrel no fallaba, en su primera aparición desde principio de julio conseguía su décimo octavo save del año.

Martes 2 agosto. Red Sox 4-5 Mariners.

Los Red Sox venían de ganar dos partidos en los instantes finales. Dos choques consecutivos en los que después de pasarse ocho entradas sesteando los bates dejaban una pincelada de calidad que bastaba para resolver. En esta ocasión Boston probó su propia medicina. Después de ir por delante durante todo el encuentro, con buena apertura de Price incluida, recibieron el zarpazo de unos Mariners que parecían moribundos.

David Ortiz inauguró el marcador en el primer episodio al impulsar una carrera de Pedroia. El dominicano ya lleva 87 remolcadas este año y parece lógico pensar que superará las 100 por décima vez en su carrera. La ofensiva de los Red Sox no se prodigó mucho en hits, acumuló seis en todo el partido, pero fue capaz de conectar con poder de extra base y plantarse en la parte media de la octava con un 0-4 que se antojaba suficiente.

Es entonces cuando se produjo la debacle. Price, que solo había concedido tres hits anteriormente, permitió un homer y tres singles de forma consecutiva sin ser capaz de retirar a un solo bateador. Cuando fue sustituido Seattle se había puesto 2-4 y tenía dos corredores en bases. Robinson Cano ejerció de héroe y de paso le amargó el debut al relevista Fernando Abad. El segunda base de los Mariners la mandó a lo profundo del jardín central para certificar la victoria.

Miércoles 3 agosto. Red Sox 1-3 Mariners. 

El poder de los Mariners, y la mala racha que están atravesando los bates de los Red Sox, le arruinaron la noche a Porcello. El abridor lanzó su segundo partido completó de forma consecutiva y demostró su buen momento de forma. Solo concedió cuatro hits en todo el encuentro. El drama es que tres ellos se convirtieron en home runs.

Venimos comentado desde hace tiempo que Porcello está completando un año extraordinario, su único punto negro está siendo cierta tendencia a que le conecten cuadrangulares. En este partido pudimos ver lo mejor y lo peor del pitcher. Le vimos mezclar bien sus lanzamientos. Seleccionar cuando había que lanzar strikes y cuando era mejor forzar outs con bolas rodadas. Lamentablemente también vimos como Cruz, Zunino y Lind la mandaban a las gradas.

El ataque de los Red Sox volvió a brillar por su ausencia. Su producción se limita a una media de 2.85 carreras anotadas en los últimos siete partidos. Solo destacó la figura de Benintendi. El novato debutó como pinch hitter en el partido del martes y en este consiguió sus dos primeros hits en las Mayores. Los problemas constantes en el jardín izquierdo y una progresión meteórica han provocado que en un año y unos pocos meses haya saltado de la universidad al Gran Show.

Benintendi ha venido para quedarse.

Jueves 4 agosto. Red Sox 3-2 Mariners.

Otro partido que se decidió por la mínima. Con el ataque tomándose unas "vacaciones" que parecían imposibles hace un mes está siendo el pitcheo de Boston, o la falta de acierto del rival, el que está sacando las castañas del fuego. Pomeranz lanzó su cuarta apertura con los Red Sox y sigue sin convencer. Si consiguió dejar a los Mariners en dos carreras fue porque los bateadores se mostraron incapaces de sacar ventaja de las seis bases por bolas que regaló.

Un solo homer de Shaw en la segunda le daba la delantera a los de la Costa Este. Ventaja que se vería ampliada en la parte alta de la quinta gracias a un doble de Mookie que impulsaba la carrera de Brentz. En ese misma entrada un cuadrangular de O'Malley recortaba distancias y un sencillo de Lee volvía a poner las tablas.

Con los dos abridores en el banquillo y el partido adentrándose en las entradas extras todo quedó a merced de los bullpens, donde la mayor profundidad de Boston fue fundamental. Ross, Tazawa y Kimbrel estuvieron intratables, mientras que Ziegler cumplió como closer en el undécimo capítulo. En esa misma entrada Shaw logró conectar un single y llegar a la segunda con bunt de León. Holt impulsaba la carrera de la victoria con una rodada que se escapó del guante de O'Malley y acabó en los jardines. Seattle echo especialmente de menos al joven Edwin Diaz, no disponible después de haber cerrado las dos noches anteriores.

Kimbrel ponchó a tres en la décima.
Podemos decir que hay una noticia mala y varias buenas. La mala es que Boston no gana una serie desde el 21 de julio. Las buenas son: que la rotación parece consolidada con Porcello, Wright, Price, Pomeranz y Rodriguez, que a pesar de la mala racha solo se está a dos partidos del liderato y que al equipo aún le queda enganchar una racha ganadora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario