Pongamos por caso que un día de estos me levantó por la mañana y al encender el móvil me encuentro con una llamada
perdida de prefijo desconocido. 1617. ¿Eso de dónde coño es? Ni puñetera idea. Imaginemos
que, picado por la curiosidad, hago algo que nunca he hecho: devuelvo la
llamada.
Cuando lo único en lo que
puedo pensar es en la “clavada” que me van a meter los cabrones de la compañía
telefónica por llamar a donde sea que este llamando alguien contesta al otro lado (en inglés claro, ya tenía yo asumido que no estaba llamando a Cubo de la Solana).
-John Henry al aparato.
-Si mire, soy Perico de los Palotes, me he despertado
esta mañana y tenía una llamada perdida de este número.
-Ahhhh. ¿Qué tal Perico? Un placer hablar con usted.
-Psss. Aquí andamos. Disculpe, ¿pero nos conocemos?
-No en persona. Sigo su blog. Soy John Henry, dueño
de los Red Sox, del Liverpool y del Boston Globe. Quería ofrecerle el puesto de General Manager.
El tema del contrato serían
simples minucias. Aceptaría sin dudarlo y me pondría rápidamente manos a la
obra. Bajo mi punto de vista el equipo tiene dos necesidades básicas de cara al 2017: un par de piezas que completen el bullpen y rellenar como se pueda el vacío que va a dejar Ortiz. Habrá quien crea que la nómina de abridores también merece cierta atención, pero a mí me parece que a día de hoy, y sobre el papel, la rotación de los Red Sox está entre las cinco mejores de la MLB (y me quedo tan ancho).
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El bueno de John Henry hablando con servidor. |
Firmar a Ziegler parece una obligación. En una agencia libre muy descafeinada un relevista
como este es oro en paño. Es cierto que tiene 39 castañas y que habría que
ofrecerle un contrato corto. Dos años y unos 15 millones sería perfecto, pero si pide algo más
se le da y punto.
El siguiente paso sería renovar a Koji. Esta mayor y habría que tenerlo entre algodones, pero se mueve especialmente bien en situaciones tensas. Podría aportar veteranía, especialmente si el equipo juega postemporada. A su compatriota Tazawa, por otro lado, se le darían las gracias por los servicios prestados y se le dejaría ir a la agencia libre.
El puesto de cerrador está
cubierto por Kimbrel (esperemos que su 2017 sea mejor que su 2016), mientras que cuatro tíos
con contratos muy favorables como Ross (en el rol de especialista ante zurdos),
Heembre (especialista ante diestros), Barnes y Robby Scott le darían cierta profundidad al cuerpo
de relevistas.
Joe Kelly ha agotado todas las oportunidades para demostrar que es válido como abridor, sin embargo ha tenido buenas actuaciones como relevista a finales del 2016. El bullpen sería su lugar. Lo mismo para Buchholz. Además son dos piezas que podrían incluirse en algún traspaso o cubrir posibles lesiones en la rotación.
Ahora llega la pregunta del millón: ¿qué piezas traer? Descartaría a Jansen y Chapman por lo elevado que van a ser sus contratos y por posibles choques de egos con Kimbrel. Melancon ya ha estado en Boston y parece un tío que pondría menos pegas si no es el closer, pero seguiría siendo una opción cara. ¿Tres años y unos 45 millones? John Henry estírate, sabemos que tienes el dinero por castigo.
Más allá de estos tres nombres la agencia libre no ofrece nada especialmente excitante. Nos encontramos con veteranos como Benoit, Rodney o el cuerpo de relevistas, casi al completo, de los Giants de los últimos años (Romo, Javi López, Casilla...). Mientras que la alternativa son jugadores capaces como Wood, Cecil, Hochevar o Storen, pero que no te dan ese salto de calidad que estás buscando.
Más allá de estos tres nombres la agencia libre no ofrece nada especialmente excitante. Nos encontramos con veteranos como Benoit, Rodney o el cuerpo de relevistas, casi al completo, de los Giants de los últimos años (Romo, Javi López, Casilla...). Mientras que la alternativa son jugadores capaces como Wood, Cecil, Hochevar o Storen, pero que no te dan ese salto de calidad que estás buscando.
Un opción arriesgada es la de Greg Holland. El que fuera closer de los Royals y All-Star en 2013 y 2014 lleva sin lanzar desde septiembre del 2015 por una lesión que precisó de cirugía Tommy John. Va a hacer algunos entrenamientos abiertos para que le vean los scouts y evalúen el riego de su contratación. Los expertos hablan de que un contrato de 18 millones por dos años sería suficiente para hacerse con él. ¿Riesgo? Si, pero mucho que ganar.
Fuera de la agencia libre existe la posibilidad de los traspasos. La granja de Boston ya ha sido esquilmada últimamente y seguir tirando de ella no debería ser una opción. Por lo tanto habría que intentar sacar algo con lo que se tiene en el roster actual.
Ya hemos comentado que Kelly y Buchholz son dos piezas que pueden tener cierto atractivo en el mercado, especialmente para franquicias con gurús entre su staff de pitcheo. Los Pirates parecen un buen destino para que cualquiera de los dos relance su carrera. A cambio se podría intentar obtener a Tony Watson (termina contrato en 2018) o a Jared Hughes.
Otros equipos interesados en abridores en horas bajas podrían ser los Rays y los A's. Quizás añadiendo un poco de picante a Kelly o Buchholz se podría intentar sacar a Colome o Doolittle. Imaginemos un paquete con Shaw y Buchholz por Doolittle u otro con Kelly y Bradley (si, Jackie Bradley Jr.) por Colome.
Con esto dejamos zanjado el tema del bullpen y en la próxima entrega hablaremos sobre como hacer frente al año cero después de Big Papi. Como adelanto os digo que si Bradley no saliera en ese hipotético traspaso por Colome entraría en algún otro trade. Mi apuesta sería devolver a Betts al jardín central y traer a un viejo conocido al exterior derecho (toma "cliffhanger").
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