Series 1 y 2 vs Pirates y at Tigers.

3 abril vs Pirates. W 5-3.
5 abril vs Pirates. W 3-0.
6 abril vs Pirates. Post puesto.
7 abril at Tigers. L 5-6.
8 abril at Tigers. L 1-4.
9 abril at Tigers. W 7-5.
10 abril at Tigers. L 1-2.

El récord de 3-3 con el que se encuentran los Red Sox tras una semana de competición ilustra a la perfección las sensaciones agridulces que ha dejado el equipo. Eso si, creo que el sabor final tira más a dulzón que a amargo.

De momento la mejor noticia es la defensa y el pitcheo. El fildeo, especialmente en los jardines, ha sido espectacular. Jackie Bradley Jr. ya ha realizado varios catches que le sitúan entre los mejores defensores de las Mayores. El infield no ha estado tan fino. La baja de Bogaerts en el campo corto se ha notado y ha habido algún desajuste a la hora de cubrir las bases.

La defensa no ha estado sola, ha sido ayudada por un muy buen pitcheo. A día de hoy Boston ha encajado una media de 3.33 carreras por encuentro. Sale ha demostrado que es un ace como la copa de un pino y Porcello ha trasmitido la misma seguridad que el año pasado pese a tener un engañoso ERA de 4.38 (su FIP, sin embargo, es de 2.43). El bullpen ha tenido algún problema pero creo que debemos ser optimistas con él. Es profundo y los roles están muy definidos. Solo hay que rezar para que Farrell sepa manejarlo con cabeza.

Sale no ha tenido apoyo del ataque en ninguna de sus dos aperturas.

El gran problema del equipo, por raro que parezca, ha sido la ofensiva. Más en concreto el poder. Los Red Sox están bateado con un correcto .260 y están llegando a base con un buen .340. El problema es que tienen un slugging de .376. Son junto con Cardinals y Pirates el equipo que menos homers ha pegado, solo tres. Queremos pensar que la epidemia de gripe que ha sacudido el roster y que ha limitado las apariciones de Betts, Bogaerts y Hanley tiene algo que ver.

El nombre propio, más allá de Sale, es Sandy León. El catcher ha demostrado que lo que pasó en 2016 no fue casualidad y si la liga terminara ahora sería el MVP ( ¡y punto!). Su promedio de bateo es de .368 con un OPS de 1.000 y cinco carreras impulsadas. Pero lo verdaderamente increíble está siendo su defensa. La estadística avanzada lo sitúa en el nivel de Molina o Jason Castro.