Serie 8 vs Cubs.

28 abril vs Cubs. W 5-4.
29 abril vs Cubs. L 4-7.
30 abril vs Cubs. W 2-6.

Esta serie lo tenía todo para ser muy especial. La vuelta de Epstein y otras muchas caras conocidas le daba un toque muy emotivo a la visita de los Cubs a Boston. Pero ha sido más que eso, el espectáculo no se ha quedado en lo extra deportivo, sino que en el diamante hemos visto tres partidos que no parecían béisbol de abril. Las gradas, tomadas por aficionados Cubbies, contagiaron a los jugadores y vimos un pequeño adelanto light de lo que para muchos podrían ser las Series Mundiales.

El ataque de Boston consiguió dejar apartados sus problemas para golpear con poder y en la primera entrada de la serie le anotaron a Arrieta cinco carreras que una aguerrida ofensiva de los Cubs estuvo a punto de remontar. Afortunadamente Kimbrel, que parece más enchufado que el año pasado, consiguió dejar la primera victoria en Boston.

Haney ha pegado dos homers, anotado cuatro e impulsado otras cuatro ante los Cubs.

En el segundo choque los de Chicago ratificaron lo que era ya una certeza: Steven Wright no está para abrir partidos en la MLB. No sé si arrastra problemas físicos, si el frío no le deja hacer bien el grip o qué será. Pero se le tiene que mandar a las Menores ya. Si se les manda ahora se le puede recuperar de cara al verano, pero si sigue acumulando malas aperturas la cosa va a acabar mal.

Lo errores de fildeo que ayudaron a los Cubs en el segundo choque favorecieron a Boston en el tercer y último partido. Todo llego empatado a la octava y allí un homer de Hanley y un mal lanzamiento de Rusell hicieron que los Red Sox aprovecharan la buena apertura de Eduardo Rodriguez (que ya tiene un 2.70 de ERA en 23.1 entradas lanzadas).

Los problemas de la ofensiva no está resueltos, pero parece que se ha tomado conciencia de los mismos. Bogaerts declaró antes de empezar la serie que Ortiz ya no está, y que no se puede contar con su poder. Lo cierto es que ante los Cubs se vio más movimiento entre bases y también se fue más agresivo al intentar convertir hits en dobles. Es un comienzo. Un buen comienzo.