viernes, 28 de abril de 2017

Serie 7 vs Yankees.

25 abril vs Yankees. Post puesto.
26 abril vs Yankees. L 1-3. 
27 abril vs Yankees. L 0-3.

Ya no hay como negarlo. El ataque de los Red Sox está sumido en una crisis brutal. Dos carreras contra los Yankees. Nueve en los últimos cinco partidos. La mejor ofensiva del 2016 es la séptima que menos anota en 2017.

Llevamos unos días diciendo que el promedio de bateo y el porcentaje de embasado del equipo están siendo buenos, de hecho los Red Sox son cuartos y octavos de la MLB en ambos apartados. Boston también destaca en contactos con la bola (2º de la MLB con un 80.9%), contactos dentro de la zona de strike (1º de la MLB con un 88.0%) y en contactos fuertes (2º de la MLB con un 36.6%).

Entonces, ¿por qué diablos no se anotan más carreras? Allá vamos con nuestra teoría.

Los Red Sox son el décimo peor equipo en porcentaje de Fly Balls (FB% de 33.4%) y además lideran la liga en Infield Fly Ball (IFFB% de 14.3%). Para acabarlo de arreglar vemos que Boston también destaca para mal en el ratio de home runs por fly ball (HR/FB de 5.6%), son últimos de la competición en este apartado por una amplia diferencia. Esto traducido a idioma de personas normales quiere decir que Boston consigue pocas bolas elevadas y que las pocas que consigue se convierten con mucha frecuencia en globos inofensivos que los infielders rivales atrapan con total tranquilidad y con poca frecuencia en cuadrangulares.

Por otro lado los Red Sox están destacando en line drives (3º de la MLB con un LD% de 22.2%), el tipo de bateo que tienen los bateadores de contacto y que generalmente se traduce en singles. Este tipo de contactos requieren de ofensivas mucho más dinámicas y de estrategias de ataque que un equipo que ha tenido a Ortiz en la última década no ha necesitado ni desarrollado. Pero ahora Ortiz ya no está.

Se puede hacer mucho con line drives, y todavía más si se tiene un buen porcentaje de contactos fuertes. Hemos visto como los Royals ganaban una Series Mundiales con esto, así que a ver si ponemos a Betts, Benintendi, Bogaerts, Bradley y compañía a corretear entre las bases.

El desastre de la ofensiva duele todavía más al ver el buen rendimiento del pitcheo. Sale está simplemente espectacular. En el segundo partido de la serie lanzó ocho entradas y repartió 10 K's. Su rendimiento no es de candidato al Cy Young, sino de candidato al MVP. Porcello también está encontrando su ritmo y en el primero de los dos enfrentamientos tuvo tramos de auténtico dominio.

Además está primera serie contra los Yankees nos ha enseñado que Aaron Judge tiene muchas posibilidades de convertirse en el protagonista de las pesadillas de la Red Sox Nation durante una década que se puede hacer muy, muy larga...



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