jueves, 1 de junio de 2017

Serie 17 at White Sox. Rarezas en el sur de Chicago.

29 mayo at White Sox. L 4-5.
30 mayo at White Sox. W 13-7.
31 mayo at White Sox. W 4-1.

La primera anomalía de la serie fue la apertura de Price en el partido inagural. Este hecho tiñó de rareza el resto de la serie. Price no estuvo ni bien ni mal. Simplemente estuvo. Y eso ya fue bastante raro. El impresionante inició de Sale, las ilusiones que genera Rodriguez y el cariño que despierta Porcello después de su Cy Young han convertido a Price en un extraño. Un jugador que sabes que está en el equipo pero al que no se echa de menos porque tras un 2016 algo frío parece que no marcara las diferencias. Después de decir esta chorrada me apresuro a aclarar que a Price se le necesita más que nunca y que firmaría ahora mismo que repitiera los números del año pasado. Pero se hace raro verle, a día de hoy es un tío con un contrato de más de 200 millones que ocupa el cuarto puesto de la rotación.

La siguiente rareza fue ver a Sale contra su ex equipo, pero todavía más raro fue ver como le hacían seis carreras en las cinco entradas que lanzó. Como no hay dos sin tres la ofensiva de los Red Sox, a la que le está costando horrores pegar home runs, enloqueció en este partido y conectó seis cuadrangulares. Dos de ellos fueron de Deven Marrero. ¡De Deven Marrero! Un jugador con un talento ofensivo nulo que el año pasado, jugando en las Menores, solo logro un homer en 96 partidos.

Un dugout patidifuso felicita a Marrero tras uno de sus inesperados homers.

Y esto nos ayuda a introducir otra rareza más. Durante buena parte de la serie el infield de Boston estuvo formado por el propio Marrero en tercera base, Josh Rutledge en segunda, Sam Travis en primera y Bogaerts como único habitual en el campo corto. Si hace un año (o un mes) nos hubiesen hablado de esta alineación no hubiéramos dado crédito.

Ayer, en el tercer partido, atendimos a un nuevo episodio de excentricidades. Por un lado vimos como Drew Pomeranz lanzaba siete entradas. No lo hacía desde el 15 de agosto de 2016. Además permitió una única carrera, no le conectaron ningún home run (¡notición!) y ponchó a ocho bateadores. Probablemente su partido más completo con los Red Sox.

Por otro lado vimos como el bullpen de los White Sox desperdiciaba la primera ventaja de la temporada. En la sexta entrada Anthony Swarzak y su 1.16 de ERA subieron a la lomita con una ventaja de una carrera. El relevista permitió un rally de cuatro carreras que Kimbrel (este no hizo nada raro) no desperdició.

¡¡Pero aún hay más!! El gran Pablo Saldoval reapareció después de su lesión y consiguió tres hits. Ver para creer.

Con esta serie termina una parte del calendario que parecía bastante asequible y en la que los Red Sox se han enfrentado a Twins, Brewers, Rays, Cardinals, A's, Rangers, Mariners y White Sox. El balance es de 14-10. Es un resultado positivo pero que tampoco es para tirar cohetes. Las próximas cinco series de Boston son ante Orioles, Yankees, Tigers, Phillies y Astros. Hay tres de ellas (no hace falta decir cuales) que serán una buena piedra de toque para ver las opciones reales del equipo.

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