9 agosto at Rays. W 8-2.
Los Rays no tuvieron opciones de ganar ninguno de los dos partidos. En el primero fueron vapuleados por un Sale que apunta a MVP. En el segundo se pegaron un tiro en el pie. Una defensa desastrosa y llena de imprecisiones permitió que los Red Sox anotaran ocho carreras sin despeinarse (¡y mira que a este equipo le cuesta anotar!).
Chris Sale volvió a dar otro recital, esta vez con la slider como principal aliada. Fue como si saliera enrabietado. En su apertura anterior había cuajado su peor actiación como Red Sox y les tocó a los Rays pagar el pato. Ocho entradas en las que el botín de los de Florida se limitó a dos hits y una base por bolas. A cambio se llevaron 13 K's de Sale y otros tres cortesía de Kimbrel.
El ace de Boston va camino de alcanzar un WAR superior a 10, algo que solo se ha conseguido en seis ocasiones desde 1950. Los miembros de ese selecto grupo son (pónganse de rodillas): Koufax (1965), Carlton (1972), Blyleven (1973), Clemens (1998), Pedro (1999) y Johnson (2001). No hay mucho más que decir sobre la clase de temporada que está haciendo.
En ataque se volvió a los problemas habituales. Las casi siete carreras de media y el poder de las dos series anteriores se esfumaron. Las ocho carreras del segundo partido no deben engañar, fueron fruto de la catastrófica defensa de los Rays.
Parece que la llegada de Nuñez y la irrupción de Devers solo han contagiado a Benintendi. El jardinero se ha reencontrado con su swing y está volviendo a poner muy buenos números sobre la mesa. Su línea de bateo en agosto es de .500/.563/.773 con cinco bases robadas.
Los Red Sox se van a plantar en el Bronx en su mejor momento de la temporada (al menos por resultados) y con la opción de dar un puñetazo encima de la mesa. Media división puede quedar resuelta este fin de semana.
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