Martes 7 junio. Red Sox 5-3 Giants.
Viaje a la Bahía para mini serie de dos partidos con regusto a World Series. El choque no llegaba en el mejor momento para los Red Sox. Después de un gran mes de mayo el principio de junio ha resultado ser más complicado de lo esperado. Lo único positivo para los de Boston eran las bajas de Boster Posey y Hunter Pence, los auténticos líderes y pilares ofensivos de los Giants.
Los de la Costa Este se aprovecharon del poder de extra base para ponerse 2-0 con hasta tres dobles en los episodios iniciales. San Francisco no le perdió la cara al partido. Un homer de Parker y los problemas de Porcello para localizar sus lanzamientos provocaron una serie de hits e incluso un boleto con bases llenas que daba la vuelta al marcador.
En la séptima entrada, con los relevistas asomándose al partido y los Giants gozando de una ventaja mínima (2-3), los Red Sox lograban el empate. Un escorzo de Young camino de la segunda base rompía la doble matanza de Crawford y permitía que Bradley llegará al home para anotar el 3-3.
Con este resultado nos iríamos a las entradas extras. Pero no hubo que esperar mucho. En la décima Boston cargaba las bases y Bogaerts se encargaba de impulsar dos carreras que Kimbrel convirtió en definitivas. Una victoria importante en un partido que no fue todo lo espectacular que se esperaba.
Miércoles 8 junio. Red Sox 1-2 Giants.
Price eligió el día idóneo para lucirse. Herido en su amor propio por el decepcionante rendimiento que está mostrando y espoleado por la presencia de Bumgarner en el montículo rival el zurdo firmó su mejor actuación como Media Roja. Lástima que el ataque no estuviera a su nivel.
Lanzó el partido completó y mostró un gran control durante prácticamente toda la noche. Tan solo dio dos boletos y solo cedió tres hits. El problema fue que dos de ellos fueron cuadrangulares. Uno de Belt en la cuarta y otro de Williamson en la octava. El alto índice de fly balls que está concediendo el pitcheo de los Red Sox es una de las razones por las que el equipo está encajando tanta carreras. En San Francisco volvió a ser la clave.
Bumgarrner también cumplió para los Giants. Es cierto que solo lanzó cinco entradas pero tanto él como sus relevos controlaron en todo momento a la ofensiva más peligrosa de las Mayores. Solo Betts, con dos hits y dos bases robadas, y Young, con un cuadrangular que supuso la solitaria carrera de Boston, hicieron algo de daño.
Dos partidos no dan para sacar muchas conclusiones, pero los Giants son una buena piedra toque. Son uno de los grandes candidatos al título y los Red Sox les han plantado cara. Lo más positivo son las buenas sensaciones de Price y un Young que cada vez se encuentra mejor.
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