A priori esta serie parecía idónea para recuperar sensaciones. Después de un inició de junio algo dubitativo los Red Sox debían volver a la senda de la victoria para no perder de vista a unos Orioles que no dan signos de flaqueza y para evitar que unos Blue Jays que van a mejor no se acerquen demasiado.
El primer hándicap de los Medias Rojas era el cambio en la receptoria. Hanigan, el catcher habitual cuando lanza Wright, no salia de partida y era Vazquez el que se colocaba detrás del plato. El portorriqueño no decepcionó y volvió a ratificar su condición de gran defensor. Por su parte Wright volvió a completar una gran actuación, algo que ya está dejando de ser noticia.
Los Twins aguantaron con el 0-0 hasta la quinta entrada, cuando un fildeo que ya había dado muestras de inseguridad fue totalmente sometido por Bogaerts. El arubeño abrió la lata con un triple homer y terminó la noche con cuatro hits y cuatro impulsadas para un promedio de .349. Un partido que tuvo poca chicha y que los Red Sox dominaron de principio a fin.
Sábado 11. Red Sox 15-4 Twins.
En esta ocasión los bateadores de Boston no se hicieron esperar. Al final del primer episodio los Red Sox dominaban por 4-0. Una salida en tromba con Bogaerts, que volvió a conectar cuatro imparables, y Bradley, que pegó un triple homer en esta primera entrada, como grandes protagonistas encarrilaba el partido.
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Bogaerts estuvo enorme con el bate. |
Afortunadamente el bullpen consiguió sacar las castañas del fuego y acabó con cualquier opción de remontada para los locales. La ofensiva aprovechó el buen trabajo de sus relevistas y se mostró inmisericorde con Minnesota. Hasta diez carreras en los dos últimos innings con un gran Sandy León que conectó cuatro imparables e impulso dos carreras.
Domingo 12. Red Sox 4-7 Twins.
Bogaerts venía de dos actuaciones espectaculares en ataque. Ocho hits en sus últimos diez turnos. En este partido la protagonista fue su defensa, y no precisamente para bien. Tres de las carreras de los Twins llegaron por malas decisiones suyas. Una lástima porque Porcello volvió a estar muy seguro en el montículo.
Los bates de los Red Sox no estuvieron acertados. Les costó encontrar contacto y no se aprovecharon de tener enfrente a una de los peores defensas de la liga. En la octava un solitario cuadrangular de Young era todo el botín de los de Massachusetts. Pero si por algo se viene caracterizando este equipo es por tener una ofensiva que puede aparecer en cualquier momento. Cuando los Twins acariciaban la victoria un rally de tres carreras ponía el 4-4 en el marcador y mandaba el juego a los extra innings.
Tonkin conseguía que Boston no anotara en la décima y le cedía toda la gloria a Max Kepler. El joven outfielder pegaba un triple homer, el primero en las Mayores, y evitaba la barrida. Un final duro para unos Red Sox que deben ponerse las pilas. Los Blue Jays vienen lanzados y la AL Este cada vez va a estar más apretada.
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