Más malas noticias para el bullpen. Koji Uehara se va a perder lo que queda de año. El único de los relevistas de los Red Sox, junto con su compatriota Tazawa, que ha dado ciertas garantías no volverá hasta la próxima temporada. Una lesión en su muñeca lo retira del puesto de cerrador que parece que será para Machi.
La semana se abre con una serie interliga de dos partidos en el sur de Florida. Una especie de anti Series Mundiales que enfrenta a los dos peores equipos de cada liga. Los Red Sox tienen cincuenta victorias y los Miami Marlins cuarenta y cinco. Durante el fin de semana toca volver a Fenway y enfrentarse a los Seattle Mariners, otra de las grandes decepciones de la temporada. Los de Washington aparecían en las quinielas como favoritos de la AL Oeste e incluso muchas predicciones los metían en las Series Mundiales. A día de hoy malviven con un récord inferior al .500 y con nulas opciones de pescar una wild card.
Martes 11 @ Miami Marlins (Derrota, 4-5).
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Mookie volvió de la lesión para lograr dos RBI. |
Las dos primeras carreras de los Red Sox llegaban en la tercera y en la quinta entrada con idénticos protagonistas. Un triple y un doble de Bradley se convertían en sendas carreras gracias a los hits de Betts. Boston aumentaba su ventaja y se ponía con un cómodo 4-0 gracias a un Bogaerts muy atento que se aprovechó de un error de Realmuto en el catch y a un triple de Castillo que impulsaba la carrera de Big Papi.
La apertura de Wright, que estaba siendo buena, se torció en la parte baja de la sexta entrada. Un doble de Realmuto y una base por bolas para Suzuki, que a la postre se convertirían en dos carreras, provocaron que el nudillero fuera mandado al banquillo y que el bullpen de Boston tuviera que entrar en juego. Cook, Layne, Ogando, Machi y Tazawa pasaron por la lomita sin demasiado éxito. En la novena un bola elevada de Hechavarria permitió que el propio Realmuto empatara el encuentro.
Las entradas extras se limitaron simplemente a la décima. En los momentos críticos es donde las estrellas aparecen. Es verdad que Miami tienen lesionado a Stanton, su jugador franquicia, pero Dee Gordon lleva años demostrando su calidad. Un triple del 2B se convirtió en la carrera de la victoria después del hit de Justin Bour. Una victoria muy trabajada para los Marlins y un palo (otro) para unos Red Sox que no supieron administrar una ventaja de cuatro carreras.
Miércoles 12 @ Miami Marlins (Derrota, 6-14).
Un día después las cosas empezaban con el mismo protagonista. En la primera entrada Dee Gordon lograba un homer cuando Rodriguez tan solo llevaba cinco bolas lanzadas. El abridor firmaría una muy mala tarde y cuando fue sustituido en la sexta entrada había permitido un total de ocho carreras. Ya hemos comentado que el joven pitcher venezolano tiene un futuro prometedor por delante, pero aún se le ve muy irregular. Por momentos da la impresión de tener poca confianza y en cuanto las cosas se le ponen cuesta arriba se derrumba.
A pesar del mal inicio y del posterior debacle Boston llegó a empatar el partido. En la quinta entrada Holt y Bradley pasan por el home para poner un momentáneo 4-4 en los marcadores del Sun Life Stadium. Fue solo un espejismo. En la siguiente entrada los Marlins machacaron a la defensa de Boston y anotaron diez carreras que finiquitaban el partido. Menos el pitcher, Conley, todos los titulares de Miami anotaron al menos una carrera, y Realmuto volvió a ser el mejor de su equipo con seis remolcadas.
Lo único positivo para los Red Sox (y solo positivo de cara a la galeria y a las estadísticas históricas) fue que Ortiz logro dos home runs. El dominicano acumula 491 cuadrangulares en las Mayores y uno de los grandes alicientes de lo que queda de temporada en Boston es ver si llega a los 500 este mismo año o hay que esperar.
Viernes 14 vs Seattle Mariners (Victoria, 15-1).
Antes de hablar del partido un breve apunte de despachos. Parece que Jerry Dipoto acaba de ser firmado por los Red Sox. Las funciones del que fuera GM de los Angels hasta el pasado julio van a estar relacionadas con la evaluación de jugadores.
Joe Kelly en el montículo. Nelson Cruz acumulando veintiún partidos seguidos con al menos un hit. Y home run de Seager en la primera entrada. La cosa pintaba mal pero acabo en fiesta. Hasta veintiún hits para un total de quince carreras. Las máximas anotadas en un partido esta temporada.
En un partido así todo el mundo acaba haciendo buenos números, pero habría que desatar una vez más la progresión mostrada recientemente por los menos habituales. Contra los Mariners volvimos a ver unas buenas actuaciones de Shaw, Castillo y Bradley. Tan bien están jugando los dos últimos que nadie se acuerda de Ramirez (de su contrato se acuerda todo el mundo), uno de los fichajes estrellas de este pasado invierno.
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De Aza saluda a la chavalada. |
Después de ese temprano homer de Seager Kelly solo permitió tres hits más en sus seis entradas en el montículo. El bullpen rindió a la altura del abridor, dando Breslow un relevo de calidad antes de que Machi ejerciera como cerrador.
Sábado 15 vs Seattle Mariners (Victoria, 22-10).
Hace unos años la mexicana Patricia Manterola arrasaba en medio mundo con un hitazo llamado Que el ritmo no pare. Eso es lo que el subconsciente del público de Fenway debía cantar en el segundo partido de la serie entre Red Sox y Mariners. Eso si, el viernes la fiesta había sido exclusiva para Boston, pero en esta segunda jornada también se unieron los bates de Seattle. Entre los dos equipos sumaron treinta y dos carreras, treinta y nueve hits y siete home runs. Casi nada.
Pero abróchense los cinturones que todavía hay más. El abridor de los Mariners era Félix Hernández. El seis veces All Star y Cy Young del 2010 permitió doce hits, diez carreras y tres homer en poco más de dos entradas. "Fue vergonzoso. No conseguía que la bola cayera donde quería. Cada lanzamiento que realicé me lo conectaron" ha declarado King Félix. Esta apertura supone una de las peores de la estrella venezolana desde su llegada a la MLB.
Si Hernández fue la cruz podemos asegurar que la cara fue Jackie Bradley Jr. Su mejor actuación en las Mayores se saldó con cinco hits en seis turnos al bate, cinco carreras, dos cuadrangulares y siete impulsadas. La mala noticia para los Red Sox fue Ryan Cook. El relevista tuvo unos buenos años con los A´s, llegando incluso a ser All Star en el 2012, pero una serie de lesiones le fueron lastrando. Boston lo adquirió el pasado 31 de julio con la idea de recuperarlo, pero parece imposible. Contra los Mariners lanzó cinco hits (dos homers incluidos) para otras tantas carreras en 0.2 entradas.
Un bonito homenaje para John Farrell, que como ya comentamos en otra entrada acaba de hacer pública su lucha contra el cáncer.
Domingo 16 vs Seattle Mariners (Derrota, 8-10).
Las dos fiestas anteriores habían hecho olvidar la mediocridad que estaba siendo la temporada. Así que una derrota en la décimo segunda entrada y después de remontar un 0-7 para volver a la dura realidad del 2015.
Owens debutaba como abridor en Fenway después de dos partidos en los que había dejado un sabor agridulce. En su tercera aparición no disipó las dudas y completó un partido francamente extraño. En las tres primeras entradas estuvo horrible. Concedió siete hits, con dos homers a Gutierrez y uno a Cano, que le permitieron a Seattle una ventaja de siete carreras. En las otras tres entradas lanzadas permitió solo tres hits más y terminó la tarde con diez ponches. Esto de tener diez hits y diez strikeouts en un mismo partido es raro, raro, raro...
A pesar de la desventaja inicial los Red Sox no tiraron la toalla. La recuperación de Owens en el montículo dio confianza al resto del equipo. Las dos primeras carreras se lograron a base de potencia, con cuadrangulares de Bogaerts y Castillo. Por momentos los Red Sox jugaron un gran béisbol, haciendo bien esas pequeñas cosas que te hacen ganar partidos sin depender de los grandes bates. Todo esto no pudo evitar que en la séptima entrada un Nelson Cruz tocado por la varita logrará un homer (lleva 34) que ponía las cosas un poco más difíciles. Betts y Holt respondían con un doble robo de la tercera y la segunda base que les acabaría permitiendo llegar al home y poner el 6-8 en el marcador.
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Ortiz es puesto out en el home. |
El partido se alargó tres entradas más. Los Mariners movieron el bullpen para mantener a sus relevistas frescos, pero Lovullo en una decisión algo controvertida apostó exclusivamente por Breslow. El pitcher de los Red Sox salvó bien sus dos primeras entradas, pero se derrumbó en la tercera. Cuando Robbie Ross lo sustituyó las bases estaban llenas, Zunino había impulsado una carrera y no había ningún out. Seager lograría otra impulsada que daba a Seattle una ventaja de dos carreras que fue irrecuperable para Boston. Tanto nadar para morir en la orilla.
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