Será que ya no hay presión o será que los jugadores no son realmente tan malos. El caso es que los Red Sox están firmando unos dos últimos meses de competición francamente buenos. El récord del equipo entre agosto y lo que llevamos de septiembre es de 26-20. Este dato unido a la demoledora ofensiva y a un pitcheo que tiene cada vez mejor pinta (a la espera de alguna cara nueva) hace mirar con optimismo hacía la temporada que viene.
Relacionado con la próxima campaña es el movimiento que se ha producido recientemente en los jardines. Betts ha sido trasladado al exterior derecho y Bradley al centro. Castillo se mantiene en la izquierda. Se van a usar estos últimos encuentros del presente curso como prueba y si las impresiones son buenas el outfield del año que viene se quedará así: Castillo de LF, Bradley de CF y Betts de RF.
Últimas dos series en casa. El domingo 27 Fenway se despedirá del béisbol hasta el año que viene. Esperemos que el futuro le depare algo mejor a lo visto este año. Primero tocan cuatro partidos contra los Rays. Una buena ocasión para conseguir salir de la última posición de la división. Para el fin de semana choque contra los Orioles. El equipo de Showalter anda desesperado por cazar la segunda wildcard aunque lo tiene francamente complicado.
Lunes 21 vs Tampa Bay Rays (Victoria, 7-8).
Unos de los principales alicientes de este primer choque era ver el duelo de abridores. Archer en los Rays y Rodriguez en los Red Sox. Dos pitchers jóvenes y con un gran futuro por delante. Lamentablemente no cumplieron con lo esperado.
Rodriguez estuvo horrible en la primera entrada. Permitió un home run en su segundo lanzamiento de la noche y antes de poner a tres bateadores out había encajado tres carreras. Archer también estuvo muy espeso. Es cierto que solo le conectaron tres hits y una carrera en cinco entradas, pero dio cinco boletos y en ningún momento fue ese lanzador superponchador que sus números nos dicen.
A pesar del mal inicio los Red Sox supieron reaccionar. Su juego fue mejorando poco a poco y a pesar de no conectar imparables con facilidad consiguieron embasar al aprovechar los errores de unos Rays muy fallones. Especialmente malo fue el partido de Arencibia en el recepción. El catcher nunca se sintió cómodo con los lanzamientos de Archer y esto permitió a Boston moverse mucho entre las bases.
Después de que los Red Sox hubieran tomado la delantera en la parte baja de la séptima el catastrófico bullpen del equipo volvió a hacer de las suyas. Tres carreras y en el medio de la octava los Rays estaban de nuevo por delante. Afortunadamente Xander Bogaerts llegó al rescate. El SS está completando una temporada fantástica. Es un seguro en defensa y en ataque está bateando para .325, quinto mejor promedio de las grandes Ligas. En esta ocasión dejó de lado su faceta como bateador de contacto y se puso el disfraz de David Ortiz. El primer gran slam de su carrera hacía que Boston se llevara el partido.
Martes 22 vs Tampa Bay Rays (Derrota, 2-5).
Dos carreras en la primera entrada y nada más. A pesar de un inicio fulgurante los Red Sox se fueron deshaciendo como un azucarillo. A medida que el juego de Boston caía en el sopor los Rays se desperezaban hasta conseguir hacerse con una victoria que sirve para dejar a su rival como sotanero de la división.
La remontada de los de Florida se consumó en una jugada que deja ciertas dudas sobre Betts y su nueva posición en el jardín derecho. Con la segunda y la tercera ocupadas Longoria pegó una flyball que fue atrapada sin problemas por Betts. Donde si encontró dificultades el outfielder fue en lanzar al home. A pesar se ser un gran atleta su brazo no es bueno, no es preciso en largas distancias y tampoco es potente. Algo imprescindible cuando se juega en los exteriores. En este caso su envío llego tarde y mal colocado. Los dos corredores de Tampa anotaron para el 2-3.
Mahtook dio la estocada definitiva con un cuadrangular que puso fin al partido de Owens. El abridor no estuvo mal. En siete entradas largas pitcheó para siete hits, dos bases por bolas y cinco strike outs, pero en ningún momento fue arropado por sus compañeros.
Miércoles 23 vs Tampa Bay Rays (Derrota, 2-6).
Un resultado que no hace justicia a un partido muy igualado. El empate a cero estuvo en el marcador hasta la séptima entrada, momento en que empezó la debacle de los Red Sox.
Durante las primeras entradas tanto Porcello como Smyly dictaron su ley desde la lomita. El abridor de Boston ponchó a ocho bateadores, mientras que el de los Rays hizo lo propio con siete. Es cierto que ambos permitieron mucho contacto, pero unas defensas muy atentas evitaron que se anotaran carreras.
Las tablas no se romperían hasta la séptima entrada. Kevin Kiermaier demostraba que es algo más que un gran defensor. Después de conectar un single conseguía robar la segunda y la tercera base para acabar llegando al home tras un hit de Nava, ex de los Red Sox.
Esta primera carrera hizo que Boston se derrumbara como un castillo de naipes. Primero error de Marrero en la tercera base para que Cabrera volviera a anotar. Después dos homers para Tampa con denominación de origen en el bullpen de los Red Sox. En un abrir y cerrar de ojos los de Florida contaban con un 0-6 a su favor. Boston solo consiguió anotar en la parte baja de la novena, cuando unos Rays que vieron el partido ganado se dejaron llevar.
Jueves 24 vs Tampa Bay Rays (Derrota, 2-4).
Último partido de la serie y tercera derrota consecutiva de Boston. Todos los méritos para los Rays, que en estos tres últimos choques han limitado las carreras de los Red Sox a un total de seis. Los de Florida son una de las mejores defensas de la MLB, y si no han obtenido mejores resultados es por un ataque anémico que carece de poder y de contacto.
La noche empezaba de cara para los de Massachusetts. En la primera entrada doble home run de Ortiz. De esta manera el DH consigue firmar su novena temporada con cien o más remolcadas. Además este cuadrangular le ayuda a seguir con su particular carrera contra Ted Williams y la historia.
También en el pitcheo las cosas iban bien para Boston. Wade Miley se mostró muy enchufado en sus lanzamientos iniciales. Solo dos hits en las primeras cinco entradas. Este buen comienzo se vio truncado súbitamente. Entre la sexta y la séptima los Rays conectaron seis imparables, con homers de Longoria y Kiermaier, al abridor de los Red Sox.
Tras tomar la delantera el bullpen de Tampa no dio opción. Primero Colome y luego Boxberger dejaron secos a los bates de Boston. Derrota por 1-3 en el global de la serie. Cuando se aspiraba a salir del sótano de la división los Rays hundieron un poco más a los Red Sox.
Viernes 25 vs Baltimore Orioles (Victoria, 7-0).
El cuento de hadas de Rich Hill continúa. En sus dos aperturas anteriores el veterano pitcher estuvo espectacular. En esta ocasión rozó la excelencia. Nueve entradas, dos hits, un walk, ninguna carrera y diez ponches. De esta manera suma su tercer partido consecutivo con diez strike outs.
Ante tamaña exhibición defensiva bastó con hacer las cosas un poco bien para llevarse el partido sin problemas. En la tercera y en la quinta Betts y Holt conseguían llegar al home en solitario para poner un 2-0 favorable a los Red Sox. En la sexta es donde se dio el zarpazo definitivo. Ortiz remolcaba dos carreras para acabar anotando tras un doble de Holt. Aun habría tiempo para dos carreras más en la octava. Muy buen partido de Ortiz, Bogaerts y Holt.
El choque terminó con un espectacular catch de Betts. En la novena entrada, y con dos outs, Davis bateó una bola destinada a convertirse en un cuadrangular. Justo cuando la pelota entraba en el bullpen de los Red Sox apareció el guante de Mookie Betts para dejar a cero el casillero de los Orioles. Hace unas semanas Betts se lesionó en una jugada similar. En aquella ocasión el outfielder no pudo evitar el homer al perder el control de la bola en un duro aterrizaje.
Sábado 26 vs Baltimore Orioles (Victoria, 8-0).
Se mascaba la tragedia en Fenway. El bullpen con el peor quinto ERA de las Mayores iba a lanzar un partido entero. Todo esto sin Uehara y Tazawa, los dos relevistas de más talento, que ya llevan tiempo sin subirse al montículo por lesión. Esta práctica se denomina "bullpen game". Es relativamente frecuente a final de la temporada regular y su objetivo es no sobrecargar los brazos de los abridores.
El primer protagonista de lo que prometía ser una auténtica película de terror fue Breslow. Lanzó cuatro entradas (récord de entradas seguidas en su trayectoria profesional) y no permitió ni una carrera. Su sustituto fue Henbree. Este chico ha tenido cierta continuidad durante los dos últimos meses y su rendimiento ha sido interesante. Puede ser una pieza a tener en cuenta el año que viene. Con él en la lomita los Orioles tampoco consiguieron anotar.
Sucesivamente les fue llegando el turno a Barnes, Ogando, Layne, Ramirez y Aro. Sorprendentemente ninguno de ellos, con ayuda de la defensa por supuesto, cedió carreras. En conjunto todos los lanzadores de los Red Sox estuvieron correctos y al final del partido los bateadores de Baltimore solo habían logrado cinco hits.
En ataque los Red Sox se dedicaron a castigar poco a poco a los pitchers de los Orioles. Con Pedroia como DH en lugar de Ortiz el equipo perdía poder pero ganaba en contacto y velocidad. Los corredores se mostraron muy agresivos entre bases y aprovecharon los errores de los rivales para anotar. Tanto Holt como Castillo y Betts volaron por el diamante y cada uno de ellos terminó con dos carreras en su haber.
Domingo 27 vs Baltimore Orioles (Victoria, 0-2).
Los Orioles llegaban de gallitos a esta serie y han salido trasquilados. Los de Baltimore, con 76 victorias, aspiraban antes de estas tres derrotas consecutivas a enganchar la segunda wildcard que a día de hoy sigue en manos de los Astros (82-74). El problema es que no solo han sido barridos, sino que han sido incapaces de anotar una sola carrera. Algo impensable cuando cuentas con Jones, Machado o Davis en tu línea de bateo.
La verdad que no hay mucho que decir. El partido fue aburrido y se decidió en dos acciones puntuales. El 1-0 llegó cuando Holt aprovechó un fallo de Joseph en el catch para alcanzar el home. La segunda carrera fue gracias a un cuadrangular de Swihart. El tercero del catcher esta temporada.
La mejor noticia para Boston fue ver como Henry Owens sigue con su progresión. En su décima apertura en las Grandes Ligas lanzó más de siete entradas con solo tres hits, un boleto y cinco ponches. Si no pasa nada raro será parte importante de la rotación el año que viene.
El último partido de la temporada en Fenway fue una victoria. De tal manera el balance de los Red Sox como locales en el 2015 se fija en 43-38. Es un resultado discreto pero mucho mejor que el 34-47 de la pasada campaña.
Por cierto, la barrida a los Orioles unida a la barrida de los Blue Jays a los Rays hace que Boston deje de ser último de la AL Este por primera vez desde mediados de junio.
Rodriguez estuvo horrible en la primera entrada. Permitió un home run en su segundo lanzamiento de la noche y antes de poner a tres bateadores out había encajado tres carreras. Archer también estuvo muy espeso. Es cierto que solo le conectaron tres hits y una carrera en cinco entradas, pero dio cinco boletos y en ningún momento fue ese lanzador superponchador que sus números nos dicen.
A pesar del mal inicio los Red Sox supieron reaccionar. Su juego fue mejorando poco a poco y a pesar de no conectar imparables con facilidad consiguieron embasar al aprovechar los errores de unos Rays muy fallones. Especialmente malo fue el partido de Arencibia en el recepción. El catcher nunca se sintió cómodo con los lanzamientos de Archer y esto permitió a Boston moverse mucho entre las bases.
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Bogaerts sale del cajón después de batear el gran slam. |
Martes 22 vs Tampa Bay Rays (Derrota, 2-5).
Dos carreras en la primera entrada y nada más. A pesar de un inicio fulgurante los Red Sox se fueron deshaciendo como un azucarillo. A medida que el juego de Boston caía en el sopor los Rays se desperezaban hasta conseguir hacerse con una victoria que sirve para dejar a su rival como sotanero de la división.
La remontada de los de Florida se consumó en una jugada que deja ciertas dudas sobre Betts y su nueva posición en el jardín derecho. Con la segunda y la tercera ocupadas Longoria pegó una flyball que fue atrapada sin problemas por Betts. Donde si encontró dificultades el outfielder fue en lanzar al home. A pesar se ser un gran atleta su brazo no es bueno, no es preciso en largas distancias y tampoco es potente. Algo imprescindible cuando se juega en los exteriores. En este caso su envío llego tarde y mal colocado. Los dos corredores de Tampa anotaron para el 2-3.
Mahtook dio la estocada definitiva con un cuadrangular que puso fin al partido de Owens. El abridor no estuvo mal. En siete entradas largas pitcheó para siete hits, dos bases por bolas y cinco strike outs, pero en ningún momento fue arropado por sus compañeros.
Miércoles 23 vs Tampa Bay Rays (Derrota, 2-6).
Un resultado que no hace justicia a un partido muy igualado. El empate a cero estuvo en el marcador hasta la séptima entrada, momento en que empezó la debacle de los Red Sox.
Durante las primeras entradas tanto Porcello como Smyly dictaron su ley desde la lomita. El abridor de Boston ponchó a ocho bateadores, mientras que el de los Rays hizo lo propio con siete. Es cierto que ambos permitieron mucho contacto, pero unas defensas muy atentas evitaron que se anotaran carreras.
Las tablas no se romperían hasta la séptima entrada. Kevin Kiermaier demostraba que es algo más que un gran defensor. Después de conectar un single conseguía robar la segunda y la tercera base para acabar llegando al home tras un hit de Nava, ex de los Red Sox.
Esta primera carrera hizo que Boston se derrumbara como un castillo de naipes. Primero error de Marrero en la tercera base para que Cabrera volviera a anotar. Después dos homers para Tampa con denominación de origen en el bullpen de los Red Sox. En un abrir y cerrar de ojos los de Florida contaban con un 0-6 a su favor. Boston solo consiguió anotar en la parte baja de la novena, cuando unos Rays que vieron el partido ganado se dejaron llevar.
Jueves 24 vs Tampa Bay Rays (Derrota, 2-4).
Último partido de la serie y tercera derrota consecutiva de Boston. Todos los méritos para los Rays, que en estos tres últimos choques han limitado las carreras de los Red Sox a un total de seis. Los de Florida son una de las mejores defensas de la MLB, y si no han obtenido mejores resultados es por un ataque anémico que carece de poder y de contacto.
La noche empezaba de cara para los de Massachusetts. En la primera entrada doble home run de Ortiz. De esta manera el DH consigue firmar su novena temporada con cien o más remolcadas. Además este cuadrangular le ayuda a seguir con su particular carrera contra Ted Williams y la historia.
También en el pitcheo las cosas iban bien para Boston. Wade Miley se mostró muy enchufado en sus lanzamientos iniciales. Solo dos hits en las primeras cinco entradas. Este buen comienzo se vio truncado súbitamente. Entre la sexta y la séptima los Rays conectaron seis imparables, con homers de Longoria y Kiermaier, al abridor de los Red Sox.
Tras tomar la delantera el bullpen de Tampa no dio opción. Primero Colome y luego Boxberger dejaron secos a los bates de Boston. Derrota por 1-3 en el global de la serie. Cuando se aspiraba a salir del sótano de la división los Rays hundieron un poco más a los Red Sox.
Viernes 25 vs Baltimore Orioles (Victoria, 7-0).
El cuento de hadas de Rich Hill continúa. En sus dos aperturas anteriores el veterano pitcher estuvo espectacular. En esta ocasión rozó la excelencia. Nueve entradas, dos hits, un walk, ninguna carrera y diez ponches. De esta manera suma su tercer partido consecutivo con diez strike outs.
Ante tamaña exhibición defensiva bastó con hacer las cosas un poco bien para llevarse el partido sin problemas. En la tercera y en la quinta Betts y Holt conseguían llegar al home en solitario para poner un 2-0 favorable a los Red Sox. En la sexta es donde se dio el zarpazo definitivo. Ortiz remolcaba dos carreras para acabar anotando tras un doble de Holt. Aun habría tiempo para dos carreras más en la octava. Muy buen partido de Ortiz, Bogaerts y Holt.
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Catch de Betts ante la mirada incrédula de uno de sus compañeros. |
Sábado 26 vs Baltimore Orioles (Victoria, 8-0).
Se mascaba la tragedia en Fenway. El bullpen con el peor quinto ERA de las Mayores iba a lanzar un partido entero. Todo esto sin Uehara y Tazawa, los dos relevistas de más talento, que ya llevan tiempo sin subirse al montículo por lesión. Esta práctica se denomina "bullpen game". Es relativamente frecuente a final de la temporada regular y su objetivo es no sobrecargar los brazos de los abridores.
El primer protagonista de lo que prometía ser una auténtica película de terror fue Breslow. Lanzó cuatro entradas (récord de entradas seguidas en su trayectoria profesional) y no permitió ni una carrera. Su sustituto fue Henbree. Este chico ha tenido cierta continuidad durante los dos últimos meses y su rendimiento ha sido interesante. Puede ser una pieza a tener en cuenta el año que viene. Con él en la lomita los Orioles tampoco consiguieron anotar.
Sucesivamente les fue llegando el turno a Barnes, Ogando, Layne, Ramirez y Aro. Sorprendentemente ninguno de ellos, con ayuda de la defensa por supuesto, cedió carreras. En conjunto todos los lanzadores de los Red Sox estuvieron correctos y al final del partido los bateadores de Baltimore solo habían logrado cinco hits.
En ataque los Red Sox se dedicaron a castigar poco a poco a los pitchers de los Orioles. Con Pedroia como DH en lugar de Ortiz el equipo perdía poder pero ganaba en contacto y velocidad. Los corredores se mostraron muy agresivos entre bases y aprovecharon los errores de los rivales para anotar. Tanto Holt como Castillo y Betts volaron por el diamante y cada uno de ellos terminó con dos carreras en su haber.
Domingo 27 vs Baltimore Orioles (Victoria, 0-2).
Los Orioles llegaban de gallitos a esta serie y han salido trasquilados. Los de Baltimore, con 76 victorias, aspiraban antes de estas tres derrotas consecutivas a enganchar la segunda wildcard que a día de hoy sigue en manos de los Astros (82-74). El problema es que no solo han sido barridos, sino que han sido incapaces de anotar una sola carrera. Algo impensable cuando cuentas con Jones, Machado o Davis en tu línea de bateo.
La verdad que no hay mucho que decir. El partido fue aburrido y se decidió en dos acciones puntuales. El 1-0 llegó cuando Holt aprovechó un fallo de Joseph en el catch para alcanzar el home. La segunda carrera fue gracias a un cuadrangular de Swihart. El tercero del catcher esta temporada.
La mejor noticia para Boston fue ver como Henry Owens sigue con su progresión. En su décima apertura en las Grandes Ligas lanzó más de siete entradas con solo tres hits, un boleto y cinco ponches. Si no pasa nada raro será parte importante de la rotación el año que viene.
El último partido de la temporada en Fenway fue una victoria. De tal manera el balance de los Red Sox como locales en el 2015 se fija en 43-38. Es un resultado discreto pero mucho mejor que el 34-47 de la pasada campaña.
Por cierto, la barrida a los Orioles unida a la barrida de los Blue Jays a los Rays hace que Boston deje de ser último de la AL Este por primera vez desde mediados de junio.
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